Cartas para ti (I)
Hoy no me apetece sonreír, estaba pensando que quizá sea este frío que ya cala mis huesos cuando me levanto tan temprano, el tenerte lejos y la idea de tener que verle la cara a mi jefe a diario, son las causas que me vienen a la mente y me privan de esa sonrisa que tu me pides por las mañanas.
Desde que era niña nunca me gustaron los días nublados, no recuerdo habértelo explicado pero inconscientemente los relaciono con el día que supimos que mi madre estaba enferma, con el paso de los años he llegado a comprender que probablemente ese día fuese soleado pero a mi me pareció el día más oscuro, frío y triste de mi vida.
El tenerte lejos ya no me preocupa, porque estás en cada poro de mi piel, habitas en mi mente, sabes que te preparé ese rinconcito acogedor en lo más profundo de mi corazón para que “tus manos trabajen por la justicia” (me encanta esa poesía) y de vez en cuando asomarme para ver ese ritmito que llevas, rozar con mis labios tu frente y recordarte que tu puedes comerte el mundo. Y cada vez que caigas te daré mi mano, te devolveré el aliento, te llenaré de besos, de esos que tanto nos gustan con grandes dosis de energías renovadas y te susurraré al oído que cada vez estamos más cerca.
Mi jefe, ya sabes que no lo soporto, ese personajillo en la treintena, carente de personalidad propia, sentido común, amante de los lujos y la mentira, que se cree el ombligo del mundo sin saber hacer la “o” con un canuto, aunque reconozco que últimamente he llegado a pensar que quizá tenga algo de inteligencia, ya que con sus artimañas ha conseguido “chupar del bote” de forma constante y aún así cuando toda la trama ha saltado por los aires, ha quedado como una pobre victima del poder y del dinero, alucinante!!
Y por las mañanas (que suplicio) odio/temo llegar a la oficina y que mi “pobre jefe” esté allí, durante un tiempo pensé que su aliento infernal era cosa de un problema estomacal, pero con el tiempo y la sabiduría la conclusión es clara: Que coño tendrá contra la higiene bucal???? He pensado en comentarle lo incomodo de su halitosis y prometerle que no duele y que sentirá un fresquito muy rico con la pasta de dientes de mentol.
Hace unos días me sorprendí reproduciendo en mi mente una imagen muy cómica, a mi jefe con su estilismo mafioso, que podría describir por su semejanza con el estilo de Danny de Vito en aquella peli que hizo con Schwarzenegger, por su parecido físico y por ser pequeño y cabrón. En esa imagen veía a mi jefe siendo perseguido por un cepillo de dientes gigante y por supuesto el delante huyendo despavorido y con cara de terror, bendita imaginación!!!!
Bueno mi vida me vuelvo al trabajo, luego te sigo contando.
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