SE ESPARCE LA TIERRA,
Se acomoda, sopla...
Salta hasta mis ojos, lloro,
Me hiere, y...
Yo la he herido tanto tiempo!.
Sorbo un trago amargo
De su ración de vida,
Quiebro el follaje y la enciendo,
En su crepitar infernal que excita,
Que la ahoga, que la mata....
Hundo mis garras, ávidas,
En su carne milenaria,
Derramo su sangre, la violo,
La enveneno...
Desprecio a sus hijos y de ella río.
Mi tiempo es hoy, la pervierto,
Me importa nada que se pudra
Y todo sobre ella junto a ella.
su carne seré, que estalle!,
Pues, igual me acogerá en su ternura,
Me amparara en su seno
Y devorara mi escencia,
Y seré ella por siempre,
En sus entrañas.
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