Cuantas cosas soy capaz
de decir de tus ojos,
cuando los veo
se lo que pasa
en lo más profundo
de tus entrañas,
lo que en tu corazón arde
y lo que se extingue,
producto de una refriega
entre el amor y la razón.

Veo bajo ese mar de lágrimas
un profundo dolor
que desgarra poco a poco
ese tierno corazón,
otras veces engañosas,
son esas aguas al derramarse,
por lo jubiloso de un sentir
que desgarran gozosos
los jirones de tu corazón,
antes a pasos de morir.

A veces esos ojos olivos
No me dejan ver
Lo que dentro de ti
Arde hasta perecer.
Se cierran vergonzosos
de una mirada inquisitiva
que busca deseosa
más detalles de tu persona

Tus ojos verdes no esconden
Nada tuyo, ni tus alegrías
Ni tus mentiras
Porque ellos las delatan
Ellos, abogados de la verdad,
No nos ennegrecen la visión
Con mentiras y falsedad
Porque son enviados de Dios

Esos ojos, ¿cómo rechazarlos?
Si son tan dulces
Que una mirada de gracias
Llena el vacío más grande
Ese que es incapaz de ser
Cubierto con nada
Es llenado con una sonrisa
De tos bellos ojos verdes
Color de la esperanza
Motor de la vida y del querer.