Miró el telefono, hace mas de una semana que no sonaba, hace mas de una semana que no veía su número parpadear insistente, como si fuera ella misma, exigiendo respuesta

Miró el telefono, y aunque se dio cuenta que solo habia pasado un poco mas de una semana, sintió que aquel tiempo significaba mucho más, lo sintió tan grande, tan amplio, quizás por la cantidad de cosas que habian cambiado en él durante su transcurso

Recordó su risa ahora lejana, su mirada sonriente, llena de amor, de necesidad, de felicidad, recordó su aroma y el arco de su cuello en donde se formaba la coyuntura perfecta entre su piel y sus besos

Recordó su incapacidad para pronunciar ácido desoxirribonucleico, y sonrió tiernamente, recordó su complicidad, sus llamados, su insistencia, sus celos, sus complejos, esos que terminó amando.

Recordó su mirada cuando estaba incómoda, como pidiendo ser rescatada, y la forma en como le gustaba ser abrazada mientras caminaban por las calles concurridas de tantos otros como ellos

Recordó en silencio, y sintió como la nostalgia lo iba quemando mientras sonaba tan cerca la canción que al final se convirtió en lo único que quedó de ellos, pensó en tantos sueños, tantas lagrimas, tantas ilusiones,

Pensó en tantas cosas que, de tener la oportunidad, haría mejor, deberiamos haber salido mas -pensó- deberíamos haber visto mas peliculas abrazados mientras afuera el cielo descargaba su pena, deberíamos haber caminado más, mucho más, debería haberte mirado, besado, mimado diez mil veces más.

Y aunque el dolor lo cegó tantas veces, él sabia que, si pudiera elegir, volvería a hacerlo una y mil veces.

Miró el telefono y por un instante quiso llamarla, simplemente para escuchar su voz, y fue quizás eso, lo que hizo que se diera cuenta. La voz que respondería a su llamado, no sería mas la de esa niña-mujer con la que construyeron tantos recuerdos, esa persona a la que amó, y a la que, quizá aunque se lo negara, seguía amando, ya no existía mas.

Miró el telefono por última vez, se dió cuenta que amaba un recuerdo, y al mismo tiempo en que una sonrisa con sabor a tristeza se dibujaba en su boca, decidió cambiar la música.