El hallazgo


Perdí, razone .Por primera vez encontraba una sensación de paz que esa luz irradiaba, entraba y separaba cada uno de mis cabellos me hacia autónoma sensible entre las cavidades de sus ojos, tranquilidad infinita como un escondite en tiempo de guerra aunque sea consigo mismo.
Sus palabras daban importancia al ser humano, fuera de todas mis facultades antropológicas.
Sentí amor, amor por lo compasivo, virgen sin maldad, pero no de hacer daño sino por lo grande que puede llegar a ser tener una vida al servicio de ese Cristo crucificado amado por tantos, pero no practicado como lo que hacia unos momentos atrás había experimentado.