Y en este San Atorio, oratorio, onomástico de este celebrado día, escribe nuestra dulce abuelita de la página:
“San Jodete es el patrono de los desgraciados.
Hay un santo que es algo así como una llave de paso, un password diríamos hoy, un abracadabra, que también quedó excluído; es el que los privilegiados usan para ser admitidos en los lugares exclusivos. Se trata del Santo Yseña.”
Nota: Aportación desinteresada para su Taller “on line” dulce abuelita: Jódete: lleva acento; en cambio “excluido”, no lleva acento en la “i”. Y convendría buscar otro término al verbo excluir, para que no se repita tanto, en tan escasas palabras, ese campo semántico de exclusividad y eliminación.
¡Pero no me se olvide de San Ción, que tanto vela San Turrón del Gran poder
Y tampoco de San Guijuela, siempre tan venerado por San Dez
San Jódete pone su acento en San Borrar, gran hermano del Santo Yseña, (que usted reseña), autor del sagrado libro del Sinsentido. Coincidieron ambos en la congregación de San Des Facha Tez, y lo elevaron a santo todos los congregados con San Gazmoño el Mudo y Santa Taimada de la Pichonera (ésta última monja de clausura de la Congregación de la Compañía Hipócrita de la Santa Mediocridad), con su onomástico de procesiones, tan esplendorosas en tapices de cardos, con su séquito de cardenales.
Santa Pelotilla, hermana de Santa Coba, superiora del Convento de la Candonga de la Falsedad, siempre tiene iluminada su capilla con la vela de Santa Espina Venenosa, que recibe todos los años por esta época, cinco velas blancas y sin “mancha”, como ofrenda, de La Hermandad Taimada de Santa Verborrea, patrona de los aburridos, porque aburre tanto, como marea, y se repite tanto como San Comino, que escribía siempre lo mismo fuera lunes de pascua o domingo de resurrección, año santo, aniversario o defunción.
Santa Frustración, recomienda orar a San Comentario, con una novena de nicks que producen un milagro múltiple de cinco estrellas, por cada novena. Esta Santa romería empieza los lunes de cada semana, y no se sabe nunca cuando termina.
Bueno pues, San Jódete, patrón del San Atorio que escribe nuestra dulce abuelita, está provocando también una romería, un peregrinaje a San Dalia, para ir en busca de otro sitio donde San Borrar, gran hermano del Santo Yseña, ese abracadabra, no elimine, mate excluya a la Santa Creación y a la Santísima Verdad , a Santa Memoria y a Santa Palabra, Cofradía del Santo Respeto donde todos, sean santos o no, tienen su espacio para practicar y predicar la Santa Escritura, sin que le “soplen” la luz de sus velas.
Dedicado a todos los que, por una razón u otra, sufren un trato injusto, irrespetuoso o desconsiderado en esta página. Porque desgraciados solamente son aquellos que traicionan la confianza que en ellos se depositó.
1º de noviembre de 2007
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