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El hombre del rostro triste

Ciriaco Bermejo pertenece a una familia acomodada, clase media alta. De quien por orgullo y soberbia nunca ha recibido ayuda. Las veces que le ha tocado enviar hoja de vida para satisfacer sus necesidades con un empleo, ha dejado en banco la parte donde debe colocar las recomendaciones por si acaso una entrevista.

Este joven nunca exige privilegios personales, menos ha pensado en sobrevivir a expensa del progreso ajeno aunque fuese el de sus padres. Lleva pegado un deseo: ser él y sus circunstancias, sin pretender emular al gran Ortega y Gasset. Pero al tiempo, después de tropezar con tantos obstáculos por el hecho de querer valerse por sus propios medios, y a falta de la palanca que nada tiene que ver con la de Arquímedes, sigue en la mas profunda inactividad y, con las consecuencias de de una tristeza en el rostro. Al descubrirla intenta alejarla, pero no le ha sido posible; ésta no obedece a su voluntad, tampoco a sus alegrías. Aquellos fieles amigos que una vez lo acompañaron, se fastidian de su rostro amargado y huyen de su presencia. De allí en adelante se inicia un desborde de curiosidad; todos quieren verle el semblante invadido por el emergente martirio que lo atormenta Y es que debe ser angustiante enfrentarse al espejo donde aparece reflejado el rostro de la tristeza que implantó a la perfección una causa cuyo origen se desconoce.

Ahora Ciriaco Bermejo es castigado por la indiferencia de la gente, muy a pesar de ser un joven con personalidad y buen entendimiento. Asunto que lo afecta, pero no lo entristece, claro, sí la tal tristeza no se manifiesta en su interior sino en su rostro. Razón que lo convierte en un neurótico resentido y renegado emocional, ligado a la pérdida de su instinto sexual. Secuela que lo obliga a reaccionar con soberbia cuando descubre el murmureo disimulado de algunos indiscretos: “La tristeza sólo puede ser causada por los sentimientos del amor… y como nunca he estado involucrado en esas inquietudes enervantes, no soy portador de tan endémico virus”. De hecho piensa que la persistencia de ese efecto en su rostro, no es más que un fenómeno síquico desconocido; por que asegurar que lo causa el amor es una premisa absurda.

La inteligencia de Ciriaco no es prefabricada sino pura, la respalda un alto cociente. Ésta fue cultivada en rancios crisoles chapados a la antigua. Se retira de la Universidad porque algunas niñas que de verdad estaban afectadas por la verdadera tristeza; lo persiguen para adicionarle el ramo intelectual a sus tristezas y, a la vez comprobar su nivel varonil. Pero él ni frío ni caliente, se aparta de ellas bien calumniado pero con su virginidad inmaculada. Pero él no duda de su hombría, ¿cómo no podría serlo? Sí siempre ha sido admirador de la belleza femenina, de sus expresiones y estilizados movimientos; pero aún así la pasión que enciende el amor y el sexo están apagadas.

Ciriaco Bermejo logra sugestionar al cerebro para que le autorice la creación de un submundo en su prodigiosa imaginación creadora. Será un remanso de increíbles emociones, y también un inmenso harén donde pueda rodearse de cien esposas, bellas, amantes, y poseídas de una inagotable pasión. Se dispone emprender con ellas, la difícil tarea de convertirse en el mejor amante de cuantos haya creado la pluma de escritor alguno.

Ahora está dispuesto a viajar a ese submundo irreal de mágicos efectos, en el cual consiguieron la fama un sinnúmero de personajes. Buscará el remedio que no ha encontrado en su mundo real. Traerá prestado hacía la mente, a los más grandes románticos y trágicos amores del mundo de la literatura universal. Con ellos organizará: El “Concierto del Amor”, una forma de convesatorio imaginario con el fin liberarse de la impotencia de su emoción, ante las cien mujeres que desposará en su imaginación. Con este concierto pretende Ciriaco derrotar a la tristeza que invade las facciones de su rostro y, plantar en él a una tristeza que sí respalden sus sentidos.

Ciriaco ha escogido como presentadores del Concierto del Amor, a dos conocidas figuras reales de la literatura: …Lord Byron y Margarita Yourcenar …Lord Byron hablará sobre el fuego de sus amores, cómo por poco le consumen el alma y lo obligan a refugiarse en la prosa romántica. La Yourcenar se cuidará de hablar sobre Adriano, a cambio relatará sus amores irreverentes y devaneos sumergidos en la intimidad…
Después del preludio saltará al campus del imaginar de Ciriaco Bermejo, el primer personaje: …Julieta la Capuleto de Shakespeare. Ella con una enorme tristeza en su rostro, evocará los recuerdos de aquella romántica tragedia de amor al lado de su Romeo el Montesco, y cómo la trama del destino los involucró hasta la muerte…
Sigue la Dama de las Camelias, la virtual cuestionada Margarita Gautier de Alejandro Dumas hijo… quien comentará sus vicios, placeres e infidelidades con esa triste sonrisa de mujer fatal. También las incidencias y secuelas del remolino de pasiones que la azotó…
Le llega el turno a la dulce María de Jorge Isacs: …está murmullará sutiles palabras entrecortadas por la tristeza. Recordará el infortunado sacrificio a que fue sometida… quizá porque el destino entrometido no le simpatizó la diferencia social existente entre ella y su amado Efraín…
Clausura el concierto una pequeña mujer leyenda de la vida real: Edith Piaf … ella con su voz desgarrada y enternecedora evocará en su canto aquellos amores inseguros, llenos de amargura, tristeza y dolor...
En el inconsciente de Ciriaco Bermejo queda grabado el genial concierto cómo una realidad. A fe de Dios que Ciriaco ha empezado a sentir la tristeza en el alma. En su rostro brilla ahora con luz propia su alegría y, el instinto sexual reaparece pontenciado. Cuánto daría para que todo fuese eterno: amor, emoción, pasión… Los personajes de la literatura universal desalojaron a la tristeza invasora que por poco acaba con su emoción de hombre. Y Ciriaco compra un remanso en su mundo real… y, ¿compró un harén? No, porque un solo amor trae menos tristeza.



Texto agregado el 27-03-2004, y leído por 702 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
30-03-2004 Las imágenes, las ideas y la evocación creativa están notables. No así la narración que tiene varios ripios pero que son absolutamente mejores. Rescato, no obstante, el espíritu del relato que es realmente bueno. La reivindicación de la literatura universal como bálsamo a las heridas del espíritu y el pundonor de un alma aventurera que impulsada por la honestidad busca su propio camino a pesar de las dificultades. tambordehojalata
27-03-2004 ¡Qué temas que tocas en el cuento! Esenciales. Me gustó mucho. Gracias por compartirlo. islero
 
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