Siento el vacio y el vertigo
del acero sonoro que parte las entrañas
y desgarra el alma que abatida
se deja caer por el pasado sin esperanza en esta hora.
El olor del incienso, el color transparente de las lagrimas que resbalan rebeldes y son incontenibles.
Una ausencia, un adíos, un duelo.
El mio.
Que sabe ajenjo, que como hiel amarga mis sentidos
y para mis relojes, pintando de negro mis vestidos,
pintando de blanco mi esperanza.
"A mi querida tía Amalia que se marchó el día 27 de este mes"
Texto agregado el 30-10-2007, y leído por 126
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Lectores Opinan
15-11-2007
Una emotiva despedida para un ser que debe haber marcado muy hondo a tu vida.***** almalen2005