Este parque tiene correntada a favor
y correntada en contra,
y aquel que tenga que salir por la entrada
tendrá que remar a fondo.
Tus hombros son como una balanza de pesar papas.
Los escruchantes ya conocen que deben escapar hacia el norte.
Todo es mitad rápido y el resto bien lento,
todo es apunamiento y ganas vomitar,
El guardián del parque vive en la cima del desnivel,
y quiere tomar el poder como si fuese un almirante,
algo delirante para ser un guardián de un parque.
Si tu te recuestas sobre la hierba
puedes llegar a extraviar las monedas del vuelto,
o la sangre subirte a la cabeza y sonrojarte.
Y si no puedes contener la orina
mira aquella colina
cuando vayáis a mear.
Texto agregado el 30-10-2007, y leído por 205
visitantes. (2 votos)