Hola,
Estoy triste porque no estás,
no imaginas, no sabes cómo de triste...
Pero lo último que deseo es contagiar mi tristeza.
Ni lo mereces, ni es justo.
Puedo y quiero, esta noche
escribir los versos más alegres.
Aquellos versos que
recobren tu sonrisa.
Que retornen a la mil y una noches,
y otra más.
A los mil y un día que
compartimos,
... y allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío,
ese mar,
esas calmas y esas resacas,
esas mareas lunares,
esas reglas,
esos mares,
esas olas furibundas,
traicioneras
y simpáticas,
como un dedo en las costillas,
como un guiño
cómplice.
Como una necesidad
diaria..
Como un espejismo real.
(Y prometí no publicar más poesías
que no pudieras leer.
He roto mi promesa.
Perdón)
¿Hola?
Juan. |