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El filo de tus ojos rasgó la túnica del viento y la sangre se derramó calle abajo. El aullido de dolor aun resuena en las noches de Copenhague, la herida, sin curar, cosida con hilos de brisa, sigue manchando veredas. La sola sombra de tu mirada hace temblar a cualquiera. Podés cargar cientos de cadáveres sobre tus hombros y los hombres, igual, se seguirán arriesgando.
(pra voce) |
Texto agregado el 29-10-2007, y leído por 158
visitantes.
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Lectores Opinan |
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17-11-2007 |
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chiflidos, aplausos, sirenas y todos los ruidos de emoción que te podrás imaginar para celebrar lo que este texto me hizo sentir. por dios!! maravillosos!!! maritamontesverdes |
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29-10-2007 |
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:).... Ahhh,,, Juan.... Sí, loco, igual que usted, nadie lo discute, y lindo, también igual que usted. Ya no importan las noches de Copenhague y el dolor, habrá habido otras mejores.... chantal-deveraux |
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29-10-2007 |
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uy, qué bueno que está esto, es bien loco, me gusta. wenceslaowenceslao |
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