SENSIBILIDAD Y GLOBALIZACION

Vivimos en un mundo que cada día se hace más breve. Las distancias que nuestros abuelos recorrieron nos parecen propias de alguna aventura de Ulises. Hoy podemos desayunar en México, comer en New York y podríamos elegir alguna otra parte del mundo para cenar. Darle la vuelta al mundo en ochenta días se rebasó desde hace mucho tiempo. Tampoco se tiene la necesidad de cargar en el cinturón monedas de oro para costear el gasto de hospedaje, comidas, paseos y regalos. Basta con sacar algunas tarjetas y los servicios se obtienen.

En mi juventud jamás imaginé platicar en forma tan vivida con personas que responden a diferentes culturas; así que hoy tengo amigos en Argentina, Puerto Rico, Bolivia, Chile. Esto ha sido posible por la magia del Internet. El mundo se hace breve cuando los visito por la red, gracias a un programa que me da acceso a la ciudad donde viven con su cotidianidad. En lo personal, pienso que esto ha enriquecido mi saber. Tengo gusto por la literatura y al contar con amigos cuya profesión es esa, obtengo la fortuna de recibir instrucciones que me dan habilidad para escribir un poco mejor. Lo paradójico es que ellos están a miles de kilómetros y es más fácil recurrir a ellos que a mis maestros de la ciudad donde vivo. Esto se ve correspondido cuando ellos tienen algún percance en su salud, y no dudan en comentarme lo que les pasa. Si puedo sugerirles un medicamento, es seguro que lo encontraran en cualquier farmacia de su ciudad.

De pequeño jugué en mi pueblo el fútbol, a las escondidas, a las carreras, con el balero, el trompo, las canicas. Hoy los niños se prenden por los videojuegos y constantemente salen nuevas versiones, que son las mismas que se venden en cualquier parte del mundo. Los niños se estacionan frente al monitor y ejercen su destreza acumulando puntos, quién más enemigos desaparezca o logré rescatar a una princesa o bien consiga liquidar a una banda de mafiosos, es el que gana. Los niños del mundo coinciden gracias a la tecnología en un juego, Esto deja en que pensar. Pero es un hecho que los niños del mundo se divierten de la misma manera.

Hasta este momento sólo he referido, el antes y el hoy desde la óptica de la cotidianidad. Los hombres en diferentes partes del mundo tienen las mismas necesidades: alimento, vestido, transporte, vivienda. Todos han creado un sistema que les ha permitido resolverlas. A medida que las sociedades evolucionaron, las necesidades se han incrementado exponencialmente. Actualmente nuestro mundo se ha repartido en el norte, en el sur, en los pueblos desarrollados, en los que están en vías de desarrollo. Es obvio que son los pueblos desarrollados quienes poseen la tecnología más actual, puesto que es en su seno donde nace día a día lo que hará punta. -Una observación, en este gajo es que una buena parte son científicos de países en vías de desarrollo.

La tecnología como una mercancía se vende, y en el computador en el que estoy escribiendo, al sufragar su costo, estoy al mismo tiempo pagando un porcentaje a sus creadores. "nada es regalado" parece decir el murmurar del nuevo mundo. Y me pregunto si las tecnologías de punta se hacen bajo algún conjuro, si éstas no necesitaran de conocimientos previos. Me pongo a pensar en Pravas, que inventó la jeringa y se murió creyendo que su invento no tenía ninguna aplicación.

Es bien cierto que los modernos sistemas de comunicación han contribuido enormemente a globalizar el mundo, pero éste lo ha estado haciendo de forma constante. Pienso que la carrera ha sido injusta, ya que los países del norte estaban adelantados, por tener ellos el recurso en tecnología y educación de punta. Quedando el mundo en vías de desarrollo, expuestos a la voracidad de sus intereses. (Quizá no haya en el mundo mas de 200 empresas que manejan cantidades estratosféricas de dinero. y que éstas, en su mayoría responden a los países ubicados en el norte. Una carrera en la que los países avanzados llevan considerable ventaja de quienes no lo están.

La globalización no tan solo es a nivel de países. Puedo ver que las clases privilegiadas de diferentes partes de la tierra, se parecen más entre sí, que al resto de los habitantes. Empresarios latinos pueden comer lo mismo que empresarios anglosajones o europeos. Su visión del mundo es simple: El mundo es una canasta llena de mercancías.

La Globalización es un fenómeno que tiene historia, que los avances en informática y comunicación han reducido significativamente el tiempo y la distancia; que ésta ha servido más a las clases sociales altas del globo terráqueo y por supuesto a los países del norte. Que los recursos de la biodiversidad están haciendo crisis. Un mundo sobreexplotado y ensuciado, expuesto a alteraciones que podrían ser irreversibles para la humanidad y que se ha dejado de lado una de las facetas más bellas que ha creado el hombre en el devenir de la tierra: La muerte de muchas culturas que de ellas ya sólo podemos hablar en pasado.


Rubén García García : Sendero
México, 29 de octubre de 2007