Otra noche más
al apagarse la luz,
cual criollos Dr. Jekylls
aterradoras figuras,
los multicolores
animales del bosque
de Disney
pintados sobre el placard
color vainilla,
se convierten en
nocturnales monstruos,
emergiendo
de la flamante pintada
madera,
abyectas, crueles figuras
tras el tempranero
toque de queda familiar,
invadiendo el dormitorio infantil,
susurrando amenazas,
durante años,
cada noche
en la hermosa casita
de la calle Bonpland,
después de la cena familiar,
cada noche,
una y otra vez,
un niño de dos,
tres, cuatro años,
yace inmóvil,
atrapado entre níveas sábanas,
cada noche,
sin siquiera pestañear,
otra noche más sin pronunciar
palabra alguna,
otra noche más visionando
desenlaces,
otra noche más conteniendo
los deseos de llorar,
otra noche más,
otra oscura noche de terror
©Eytán Lasca
octubre de 2007 - texto revisado: enero de 2008
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