El suelo cobija sus coces
y apuntan sus astas al cielo
divisa al morlaco el torero
que agita el capote en el ruedo
con furia arremete, boyante
atento el diestro lo esquiva
delante la bestia se yergue
y en mano el estoque blandido,
entierra el acero en la testa
yaciendo el fiero, tendido
faena final, premio a cuestas
aplaude al matador el gentío.
Texto agregado el 26-10-2007, y leído por 650
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