EL NENE DE OJOS DOS Y LA HUESPED
(visitantes ilustres que no se salvaron por un pelo)



La muerte se quita el reloj pulsera que era del empresario madrugón y se lo da al nene en las manos de este.
- ¿Qué hora es?- pregunta ansiosa
- La misma hora que ayer a esta hora.- responde el nene.
- ¿Y ahora...?
La muerte traqueteando los dedos en la mesa y moviendo las piernas sincronizadas.
- La misma hora con unos segundos más, digo...¿esperás a alguien?
- No!.
- ¿Esperas a alguien?
insiste el nene.
- No!
El nene agacha la cabeza y la levanta mirando fijo con sus ojos dos.
- ¿¡Esperas a alguien...!?
- ¡Bueno si...a un tipo que le dije, mejor dicho, me hice pasar por alguien que vendia la heladera. Cuando el tipo toque timbre aparesco yo y una descarga eléctrica lo va a incinerar. Entonces va a aparecer otro tipo diciendo que hay un muerto en la puerta y al verme a mí se caerá sobre el tipo anterior desnucándose y por último un tercer tipo que justo pasaba por ahí que fabrica cajones de madera y al ver los dos cuerpos dice ¡Zas, negocio en puerta! y mientras le toma las medidas de alto y ancho a los cadáveres aparesco yo con los ruleros en la cabeza gritando: ¡¡La heladera no se vende, es mi marido el que está a dieta!!...y así mato del susto al tercero. Entonces la gente luego va a decir: "Qué paradoja de la vida, se murió el tipo que fabrica casas para los muertos"

El nene de ojos dos queda pensativo y dice:
- Me muero por ver esta secuencia pero es la última vez que traes trabajo a casa...¿a qué hora dijiste que llega el primero?