La canción de nuestro amor reverbera entre las paredes de nuestras solitarias almas, produciendo ecos que nos llenan... Ya no somos más dos seres diferentes, sólo uno hemos formado, al embrujo de su melodía... Y ambos estamos inmersos en escribir conjuntamente una sinfonía de amor y esperanza para gozo de nuestros corazones...
Texto agregado el 26-03-2004, y leído por 351 visitantes. (5 votos)