Estaba sentado, escribiendo la materia de la asignatura del dia miercoles, o mas bien tomando los apuntes, anotando fechas y acontecimientos, ya fueran sobre Balmaceda o la Pacificacion de la Araucania, el mismo acostumbrado murmullo de mis compañeros de clase que rara vez pueden mantenerse en silencio molestaba mis estudios.
Derrepente entre una u otra conversacion a escondidas mientras la profesora habla, se escucha que golpean la puerta, la abren y entra una mujer, alta y delgada, muy atrativa de unos 20 años, sin embargo, habia algo inquietante en su mirada, algo que al mirarla me traslado a otro lugar y por un momento no estuve en la eterna clase de historia, si no que estuve en un lugar mas tranquilo, lejos del ajetreo de esta ciudad, y mientras ella hablaba cada palabra me hacia sentir lleno, completo, feliz, si ella se iba, todos los males que destruyen esta tierra me invaderian.
Luego ella se callo y el silencio se cernio sobre la sala, o al menos en mi mente ya no habria espacio para nada mas....¿De que habia ido a hablar? No tenia idea, solo sabia QUIEN habia ido...Ella se quedo atendiendo dudas sobre nose que temas, hasta que llego la hora de salir a recreo, me dirigí a sentarme a una jardinera con mis amigas, simplemente pensando, nisiquiera note cuando llegamos y ellas empezaron si habitual conversacion, solo me sacó de mi ensimismamiento el sonido que se hace cuando alguien masca una manzana.
Mire hacia la derecha y estaba ella!. Con su pelo largo y claro, su tez blanca golpeada por los rayos de sol que habian salido de nose donde en ese dia nublaod. Desde este momento es cuando no controlamos nuestras acciones y solamente nos dejamos llevar por impulsos...su mirda y la mia se cruzaron.

-¿Quieres? - y movió su manzana hacia mi.

Con dedos temblorosos tome la fruta, estaba tan nervioso por su mirada fija en mi, y por moder de la misma manza que ella. La acerco a mi boca y se produjo el mismo crujido que cuando ella la mordio, quizas junto con un cosquillero por el contacto de su saliva y la mia. Se ladevolví, aun nervioso, ella la tomo y se limitó a sonreir, luego se levanto. ¡Se iba!. Que mayor desdicha para mi alma que en ese momento solo pedia otro mordisco de esa manzana.
Veo que introduce una mano en su bolsillo, luego se acerca y se despide de mi con un beso en la mejilla, aquel beso que aunque no haya sido en la boca, se que nunca olvidare, sentir su aroma cerca mio, y luego simplemente se va, y me dejo ahi...solo, luego de un rato atontado por lo que habia ocurrido, me di cuenta que me habia dejado un papel encima de la banca, lo recogi y asomrado vi una direccion de correo electronico, estaba en la gloria, no podia esperar llegar a mi casa y sentarme frente a ese ahora tan añorado computador, guarde la direccion en el bolsillo y volvi a clase, siendo cada momento eterno en espera de poder hablar con ella.
Ya en mi casa, frente al computador, me meto la mano al bolsillo ¡El papel no estaba! La desesperacion llego a mi, revise cada bolsillo, la mochila, cualquier lugar donde pudiera haberlo tenido, hasta que la resignacion llego a m, habia perdido el unico contacto con ella.
Desanimado, les dije a mi familia que me iba a dormir, no dejaron de notar algo raro tanto en mi tono de voz como en que me iba a acostar a las 8 de la tarde.
Esa noche dormi intranquilo, no pude calmarme, mi mente divagaba entre direccionas de email, manzanas mordidas o por morder, solo pude conciliar el sueño cuando pense en la esperanza de que al dia siguiente habria otra manzana para morder.