Mundos paralelos. mi universo versus el mundo, la realidad espantosa contra mi verdad oculta y transparente en mis ojos.
Nace un nuevo día y debo unir ambos mundos y hacerlos uno, sólo uno. Formar un equilibrio entre razón y emoción... Bastante difícil.
Caminaba por este mundo dejando una estela de mi esencia y tropezaba en el camino pedregoso hacia mi estrella azul. Rutina en fin, resultaba fácil, natural como pestañear. En un tropiezo de mi camino a casa se extendió una mano borrosa, suave, fría y cálida al tacto y a la emoción, una mirada llena de dudas, de cautivante bondad e inocencia. Extendiendo su mano para ayudar a mi ser externo a ponerse en pie... lo hice y caí. Algo en sus ojos humanos me hicieron creer que podía conectar sentidos y emociones, que podía crear un sitio intermedio; creencia fascinante, más fascinante aún el resultado de la unión espiritual de dos seres que se hacen uno... En un sueño. En una caída, en un tropiezo de su vida. En un defecto de mi alma hipersensible, intentando unir lo que no nació para estar unido. Disfrutamos esa calidez y magia únicas, tatuadas en nuestras miradas, marcadas en el sonido de nuestro respirar, en el latir del corazón. Somos dueños del intermedio, de un sitio exclusivamente nuestro, autores de una historia corta e intensa que jamás terminaríamos de relatar y que acerca cada vez más su final.
Tristemente mi alma defectuosa recuerda la fuerza de la raíz, el ser propio. La que soy y el que eres. El que amo y quisiera tener siempre en el maravilloso universo que me espera al terminar el día.
Un sueño. Despertar. Un sueño unido en el aire y vuelto nada.
Tu mundo lleno de fallas, mundo que me dio la vida y me permite valorar y disfrutar mi paraíso perfecto, mi alma llena, mis sonrisas, cada emoción, cada sonido, color, movimiento y sabor. Todo cuanto da sentido de ser.
Mi ser. Mi ser anhela un sueño que mi alma creyó realidad. Un palacio de cristal que un humano insensato, frágil e inocente rompió. Triste insensatez, me despiertas de la mejor vida que tuve... ¿tienes derecho? En tu mundo, pero no en mi sueño, en el universo que creé con una estrella de otra galaxia.
Amor, nuestro castillo se volvió arena otra vez, el mar lo arrastra y a tí con él, hacia el mundo al que perteneces, al que iluminas.
Seguiré soñando que regresas y me ayudas a reconstruir esto que parece imposible, el jardín de sueños oculto entre paredes de azúcar y miel. El universo que pueden destruir, pero que nunca podrían penetrar.
Fue un sueño. De vuelta en mi camino. En el suelo de mi vía pedregosa entre el mundo y mi estrella azul. Tropecé... Duele....
Avanza y respira. Vive hoy y sé quien eres.
Te observo desde lejos, desde aquí aún siento tu aroma y acaricio tu alma.
Hay ángeles tristes. Lluvia en mis ojos...
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