Contar

Dos. La luz brilló, la reconoció. Recibió la vida como un regalo. El paso del tiempo le entregaba talento, carisma, innumerables dones que el dolor y la trsiteza opacaban. Un ser de inteligencia y bondad infinitas, en su mundo interior brillan con fuerza, pero el sistema de esta vida los dejó morir en el exterior... A nadie le importa, su luz es débil y frágil. No cree en su propia fuerza, ni en su sombra. Respira, vive. Víctima y victimaria de su amargura. Hoy no ve como en su infancia, las estrellas no brillan, cada lágrima es de estupidez.
Dos, necia, ciega, llena de gracia y vida que jamás será lo suficientemente grande. Te perdiste en el camino, te vas con la corriente, ya no ves como veías cuando comenzaba la ruta; te amo, te respeto y guardaré el secreto de tus ojos, no te hablaré de esa amargura y soledad que te ahogan. No te haré entender, porque cuando te rendiste al mundo, renunciaste a ello.

Tres. Pequeña, conoces el dolor y el amor. Conoces los mundos, los ves y callas, y escribes, y resistes como un fuerte roble. Vives en el mundo sin abandonar el tuyo. Admiro la interminable literatura de tu(s) vida(s). Viviría la eternidad admirando tu inocencia y bondad. En tí no cabe maldad, injusticia ni odio. En poco tiempo adquiriste lo que Dos no ganará en años, porque las letras y los libros, las notas, las sonrisas y tu voz son la ventana que libera toda posibilidad de abandonar quien realmente eres. Cuentas con el libro de mi vida para expresar cuanto desees, con mis manos en cuanto puedan cooperar. No pierdas tu luz y camino, porque cada gota de sangre que te hicieron derramar las espinas en la rosa de tus raíces, te brindó resiliencia, fuerza y voluntad de seguir.

Uno...
Mirarme y contarme... Soy, vivo y no explicaré más de lo que mi expresión entrega. Porque solo Tres entiende y comprende en totalidad (y FGD) que nada de cuanto quiera decir es suficiente, que una lágrima inundaría el mundo. Que una mirada de amor es el cielo, y que la soledad y tristeza son túneles interminables de oscuridad que habitan, que no abandonan ni impiden brillar. Que saber aquí no es igual que saber en la tierra que piso.
No pierdo el aliento. Sólo amo. Soy orgullosa de desconocer el odio, de no dañar con voluntad, de saber que realmente en mi mundo no existe daño ni error.
Sin pedir algo a cambio, sin obligarte a respetar la que soy, porque aquí, en medio de una multitud de personas sólo soy una más. Y ya no existe maltrato o dolor que desconozca, porque todo vale lo que es...
Dos es parte del todo. Tres vive y brilla, entrega.
Uno... Silencio. Uno respira. Uno vive. Uno brilla. Uno vive. Uno ES.
Podría contar hasta la eternidad...

Y siento por Dos. Vivo y soy por Tres... y por tí