Las promesas
Una señora amiga que hace años vivía a la vuelta de mi casa en Solymar la cual visitaba de vez en cuando para intercambiar ideas, aunque no estaba de acuerdo con todo lo que yo le decía, sí se podía dialogar con ella. Luego se mudó a Montevideo a una calle céntrica que no estaba lejos de donde yo transitaba cuando iba a “la gran ciudad” y también ahí, aunque mucho menos la visitaba. Luego se mudó a otro barrio que según me comentaba por teléfono, estaba más cerca de la naturaleza. Ahí no fui. Así que un día que la llamé para saludarla, me dijo que en el próximo otoño me iba a visitar. Vino y pasó el otoño, vino y pasó el invierno pero ella no vino. En otra llamada que le hice me invitó a su casa para que yo vea el lindo entorno en donde vivía. Y le dije que estaba segura que el entorno era lindo, pero que no me interesaba verlo. Le recordé que me había dicho que iba a venir en el otoño y que no lo hizo (oí una risita apagada). Yo directamente le dije que no iba. Estoy segura que mi afirmación era poco cortés pero era sincera (y si alguien cree que lo dije para vengarme, esta completamente equivocado). No prometo nada lo que se que no voy a cumplir, porque no me interesa, o por cualquier otra circunstancia. En cambio la mayoría de las personas prometen algo que no cumplen luego. ¿Porque prometen? Para sacarse a la persona de encima, o porque quieren quedar bien en ese momento sin pensar que en el futuro cuando se ve lo incumplidora que es, quedan pésimamente mal. O quizás en el momento que lo dicen, tienen toda la intención de cumplirlo, pero luego por equis circunstancias no pueden o no quieren hacerlo. Claro eso también es una opción que yo no comparto. Se claramente lo que deseo hacer o no deseo hacer. Si prometo algo, no digo solamente unas frases, sino me comprometo yo, mi persona, mi honor. Según el diccionario la palabra “honor” significa: “Cualidad moral que nos lleva al severo cumplimiento de nuestros deberes” “Gloria o buena reputación” “Honestidad”. Miren cuantos significados tiene esa pequeña palabrita, pero cuánto incluye y demanda de una persona. ¿Quizás por eso ya no es usada? En el siglo 19 hombres se batían a duelo por esa palabra. Lo que me parece ridículo es morir o matar por el honor, aunque algunos fanáticos aún lo hacen. Pero sí me es muy importante mi buena reputación y la honestidad. No por los demás, ya que no me importa lo que piensan de mi o sobre mi persona. Sino es muy importante para mi misma. Poder mirarme al espejo sin sonrojar o sentirme avergonzada. Muchas personas hacen las peores atrocidades y se pueden mirar sin complejos en el espejo. Hasta creo que le sonríen a su reflejo. ¡Allá ellos!
Más de una vez cuando prometí algo y luego me daba cuenta que no quería hacerlo, lo hacía igual y me decía a mi misma que la próxima vez pensara muy bien lo que prometía. Por lo tanto ahora antes de abrir la boca me lo pienso si dar esa promesa o no, porque con ella me doy a mi misma. Y si por alguna circunstancia ajena a mi voluntad no puedo cumplirla, llamo y me disculpo y aclaro porque no lo puedo hacer y que lo haría más tarde si me fuera posible. Una promesa dada debe ser cumplida o no darse.
|