El movimiento “dark” se empobrece a causa de mucha gente que, consciente o inconscientemente, avala el sistema capitalista llamando “moda” a esta cultura. Algunos otros no conforme con ello se “adhieren” a la cultura imitando lo que ven, sin preocuparse de los fundamentos que justifican las acciones que se llevan a cabo, tales como el vestirse de determinado modo o color, utilizar determinados adornos, etc.


Entonces ¿cuál es ese trasfondo? ¿cuál es el marco teórico que fundamenta a este movimiento y del que nadie se preocupa por conocer? Siendo parciales podemos partir de algunos elementos exaltados por esta cultura y en primer lugar tenemos la muerte.


La muerte también significa soledad porque nacemos y morimos solos o ¿hay alguien que no lo haya hecho así? Por naturaleza somos seres únicos, unidades que necesariamente tienen que cooperar en sociedades para obtener bienes en común y así sobrevivir. Se podría pensar entonces que en realidad no estamos solos, pero la soledad a la que me refiero es a aquella que está en nuestra mente, cuando estamos con nosotros mismos, no hay nadie mas dentro, nadie a quien culpar de nuestros errores, nadie que nos diga qué hacer o decir más que nosotros.


De ahí que nadie quiera estar “sólo” porque se deriva algo que se llama RESPONSABILIDAD, algo que a muchos no nos gusta o no nos han enseñado a enfrentar y a aceptar como es. Es más fácil “pedir consejo” a alguien, hacer lo que nos dijo y si sale mal ir a reclamarle que, tomar una decisión y enfrentar las consecuencias sin andar llorando por ahí o “mentando madres”.


Esto y más es lo que representa la exaltación de la muerte en la cultura “dark”, una cultura que reconoce la naturaleza de la vida exige y precisa que se le respete, simplemente conociendo lo que nos dice.


Ahora, la soledad nos orilla a pensar para tratar de encontrar la mejor solución a las cosas. Pero... ¿pensar? Sí, pensar implica un esfuerzo y creo que en esta época de automatización en la que “lo peor que nos puede pasar” es que “algo nos cueste trabajo”, pues lo que menos queremos es pensar, de ahí tantas vidas arruinadas y tantos seres vegetando en espera de que alguien les resuelva la vida para así no enfrentar ninguna responsabilidad. Incluso tener una pareja implica una gran responsabilidad al ser un compromiso.


O ¿qué prefieres, un libro o la televisión? Con un libro tienes la ineludible responsabilidad de pensar, en cambio la televisión te da todo digerido, no te deja nada en lo cual pensar. Y no pretendo satanizar nada, simplemente hay que darse cuenta de lo que tenemos enfrente: ¿Te has puesto a pensar que existe realmente de lo que ves en la televisión?. NADA, ni siquiera las noticias, que efectivamente sólo son una minucia de lo que sucede todos los días en el mundo y que ya han sido manipuladas de acuerdo a los intereses del sistema.


Y quizá dirás que en los libros no hay mucho de real tampoco pero el simple hecho de leerlos, y el hecho tan complejo de tratar de entenderlos, nos pone en contacto con otras percepciones del mundo, el pensamiento de otro que muchas veces parece coincidir con nuestras propias ideas, asunto que no es extraño ya que el final todos somos seres humanos y esa esencia es la que nos mantiene relacionados.


Podemos también hablar de los vampiros conjunción de muerte, soledad, erotismo y estética. Hay un concepto fundamental en este tema y es el de la “vida eterna” pero ¿cuál es el propósito? ¿es el remedio que alguien quiso darle a su temor a la muerte? ¿será su contraste la constante muerte? ¿serían seres dedicados a desentrañar el misterio de la vida? ¿es una metáfora de la vida humana, es decir, los vampiros mueren al ser vulnerables a la luz del sol y a nosotros los seres humanos algo que nos mata es nuestra salvaje naturaleza humana, intrínseca hasta en el más civilizado? ¿quizá es un castigo (porque eso de no morir y pasar la eternidad contigo mismo está de pensarse)? ¿es una exaltación de nuestro salvajismo con los demás? ¿una metáfora de la sociedad donde el fuerte vive y el débil muere? ¿o es esa constante inconformidad de no estar satisfecho con lo que se tiene y codiciar lo que tienen los demás, algo que a ellos les resulta importante o vital, como la sangre o la vida?


Entonces sin conocer estas y muchas otras implicaciones de repente llega alguien que “se cree vampiro” por el “desabrido” hecho de vestirse con la ropa para este propósito (o en el peor de los casos, los trapos de color negro que encontró), maquillado hasta las orejas y que cuando le preguntas porqué lo hace te responde “porque se ve chido”.


O aquellos que pretenden justificarse diciendo que les gusta la literatura gótica porque leyeron Drácula de Bram Stoker, o Entrevista con el vampiro de Anne Rice (porque del Necronomicón de H. P. Lovecraft ni hablar). Y lo digo dando el voto de confianza de que en verdad leyeron el libro y no sólo se los platicaron o vieron las películas, en las que el contenido ha sido completamente tergiversado.


Realmente es una vergüenza ver como se deteriora esta cultura gracias a los “borreguitos” a los que les gusta lo que ven y lo adoptan sin buscar algo más, sin pensar porque se identifican con el movimiento o que es lo que éste proclama, provocando la crítica y la burla de aquellos que no pertenecen al movimiento “dark”. Es imposible que la gente deje de anexarse mas por lo que ve que por lo que pueda saber, la razón: somos seres visuales, el 70% de lo que sabemos del mundo proviene de la vista y el 30 restante de los demás sentidos.


Y tal vez no sea sólo lo visual lo que atrae ya que el “mundo oscuro” es muy seductor, con posibilidades infinitas, exalta la belleza y el erotismo ni se diga, quizá una pareja de lesbianas luce más estética en la cultura “dark”, que si fuese una pareja de la cultura “mass-media”. No es lo mismo quizá ver las miradas de las mujeres “darks” que las de cualquier otra, digamos apelando a un mismo sentimiento. Quiero que conste que no estoy haciendo juicios de valor y que sólo me refiero a la estética como tal, porque para ponerse disfraces, creo que cualquiera. Se nota cuando alguien en verdad sabe lo que proyecta con su imagen y lo respalda con lo que sabe. Igualmente habría que pensar cuál es el propósito de la estética “dark”.


Tampoco se trata de ser “ultra” porque si alguien te dice que es “dark” pero no se viste muy seguido de negro no es menos que quien si lo hace. Como dije antes, el sustento intelectual es lo que importa, y más importante es no caer en la trampa de ponerte una etiqueta para que la sociedad te trate como te ves y no por como eres, ¿o la sociedad no te trata según como te ves? Dime entonces cuál es tu planeta porque aquí no pasa eso.


La solución radica en tratar de “cultivarnos”, cultivar que significa “cuidar de”, cuidemos de lo que somos, de lo que proyectamos, ya que la gente ajena al movimiento sólo ve en él la expresión de los sentimientos más tenebrosos y perversos del alma humana, o que somos unos payasos de circo. Está bien que exaltemos la muerte, allá vamos pero mientras llegamos, encontremos y compartamos la belleza de la vida y todo lo que implica el estar vivos, no mostremos sólo nuestra miseria espiritual, la vida no es para eso.


El que te consideres parte del movimiento y hagas tuya esta cultura no está peleado con el hecho de que hagas, te vistas, etc., diferente a lo que plantea el “dark”. Nuestro pensamiento es infinitamente plural como para ver una sola cuestión, hay muchas cosas que podrían aportar algo a nuestro ser sólo necesitas abrir tu campo de visión y no ser tan parcial y tan cerrado al cambio.


Tarde o temprano recibiremos las consecuencias del estado interno que tengamos, obtengamos las mejores en la media en que seamos congruentes con nosotros mismos y no sólo unos “posers”, hay muchas más cosas. Lo “dark” no sólo es vestirse de negro, exaltar la muerte, venerar la soledad y los sentimientos que provoca o creer en los vampiros; sólo son algunos tópicos que he tomado esta ocasión para abrir un espacio a la opinión y la reflexión.


Es cierto también que nadie da algo sin recibir nada a cambio, incluso a veces aunque reciba no da nada. Tratemos de compartir el conocimiento y la experiencia de la vida con los demás, seguramente el progreso vendrá sólo.


Quizá así la gente deje de desconfiar y copiar sin razón, quizá así dejen de llamarnos “tristes manchas de chapopote embarradas por la ciudad” creo que somos mas que eso.


Lo importante es nuestra libertad de pensamiento, nuestra libertad intelectual fundamentada con los argumentos más sólidos posibles, para que así nadie venga a decirte u ordenarte qué hacer o qué decir para así convertirte en su esclavo.