¡Yo lo maté! ¡regué su sangre por el antejardín! ,
abrí su vientre y las entrañas recogí,
un órgano minúsculo llamó mi atención...
¡se lo dí de comer al perro!.
¡Yo lo maté! ¡era un pobre payaso! ,
hombrecito tan falso, eunuco miserable...
vivía en las nubes e invocaba a los dioses...
¡se equivocó de mundo!...
preferí acortarle el sufrimiento.
¡Yo lo maté...pero no me arrepiento!
No soy un mal nacido puerco sentimental...
Me distingo de los hombres por no ser tan bestia
Me distingo de las bestias por no ser tan hombre.
¡Yo lo maté y desgarré su garganta
troqué su relamido canto de zorzal!...
me indignaba mirarlo y sentir su presencia,
sonreía y sabía que iba a vomitar...
Por eso acorté su camino y el mío.
Texto agregado el 22-10-2007, y leído por 1456
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Lectores Opinan
21-01-2008
ufff buenísimo ese tipo de lectura es el que me encanta! neuemich
10-11-2007
me sorprendes otra vez. Me encantó, que quieres que te diga, consigues que uno se interese en leer y que luego se apene porque terminó. Sabes transmitir muy bien tus sentimientos... ah! y por suspuesto mis 5* maestro. zaga