Peces Que Brotan Del Suelo

El llano de La Virgen o Llano de La Trinidad, se extiende en su eje Este-Oeste, desde el Instituto Nacional Autónomo de Boaco hasta la entrada que conduce al terreno donde se construirá el Hospital de esta ciudad. En el sentido Norte-Sur, corre desde los márgenes del Río San Francisco, poco antes de su confluencia con El Fonseca en la hacienda El Diamante, hasta el pie de las serranías de Las Lagunas.

El subsuelo del llano es bastante impermeable, de manera que las aguas de lluvia no se filtran fácilmente, quedando siempre a flor de tierra. La evaporación causada pro el sol veranero daba como resultado que el agua estuviera solapada entre las más superficiales capas de tierra. Pero al caer las primeras lluvias del invierno, esa agua oculta afloraba a la superficie y se ponía a la vista de todos los que por allí transitaban hacia Camoapa o Tierra Azul.

Peces pequeños, como las chulucas y los bagres, poblaban esas aguas. Durante la época del verano, al disminuir el nivel del agua, los peces quedaban en el agua del subsuelo; pero cuando en el invierno esas aguas salían a la superficie, también lo hacina los peces, deslizándose entre las grietas existentes.

Los muchachos de entonces solían decir: Vamos al llano de La Virgen a agarrar pescados. Y allí se iban, armados de guacales y pequeñas redes. Nunca regresaban a su casa con las manos vacías.

En los noventa o cien años transcurridos desde entonces, el agua se ha profundizado mas debido a la escasez de lluvias, provocadas por el despale.

En los años 60, el empresario don Fernando Silva Sandoval, proyecto extraer agua de ese subsuelo para embotellarla y ofrecerla a la población. Hasta escogió un nombre bonito para su negocio, Fuente Castalia.

Pero empezaron a venir desde Managua los grandes botellones de agua purificada y ante esa competencia, el Sr. Silva desistió de su proyecto.

¿Y los peces? No los he visto. ¿Será que se fueron mas al fondo? Podría ser. Pero me da tristeza pensar en la posibilidad de que se hayan extinguido.

En la década de los años 70, un canadiense se ofreció para perforar pozos y los dueños de esas tierras contrataron sus servicios con un magnifico resultado. Algunos de esos pozos, en la finca La Trinidad de don Jorge Smith, fueron adquiridos posteriormente por el gobierno nacional para dar el servicio de agua a los barrios de Tierra Blanca y Santa Isabel, una vez que se dio la necesidad de extender la res de distribución de agua potable a los barrios recién construidos.