Sí en tus angustias del día a día,
Maldiciente, la aurora te encuentra.
Donde tú deseo supremo con ira,
Es no haber existido nunca.
Nunca digas. Nunca.

Si tus sueños en metas no se han cumplido,
y sientes que los hados te han abandonado
dejando lugar a la desesperanza.
Te prometes la última jugada, con un hasta nunca.
Nunca digas. Nunca

Si aquel o aquella, te deslumbró con su amor por la vida
Cambiando tus esquemas.
Sacudiendo los cimientos de tu mente.
Vas detrás de esa quimera.
Encontrando al final de tu existencia, un nunca.
Nunca digas. Nunca

Si de la vida hiciste una gris somnolencia,
en donde todo pasa en lenta y cansada perspectiva,
y el futuro cada vez que lo observas más,
y más se aleja; en un jamás nunca.
Nunca sigas. Nunca.

Si has desechado lo viejo por lo nuevo,
ya que inservible te ha parecido,
y con frialdad así se lo has dicho.
Sin mirarlo al rostro, solo dijiste ¡ Nunca más !
Nunca digas. Nunca.
Porque en ese momento has marcado
el fin de lo hermoso de tu la vida
¡Nunca digas. Nunca!