Una luz tenue, platinada, adorna mi aposento, me incita, me provoca consumirte, justamente como el sol consume a la aurora, entre brisas y flores, me ambiciona tu polen
Tus labios fluyen en mi pecho y alimentan con calor mi deseo de llegar al éxtasis, al rotundo placer de conocerte plenamente.
Entre mis venas, se esconde mi cáliz sagrado que se mezcla con tu fuego interior. Si el cielo muestra su rojo amanecer ante los ojos de quienes no quieren creer, debemos dejarnos llevar por un impulso que nos ciega, así, debemos confiar, hasta el final.
Fíjate en mi, como penetro en ti apartando el vacío de tus campos y haciendo mío, el color de tu vestido. Quiero navegar contigo en altamar, que las horas empiecen a desesperar ante una aventura que no tenga fin, que busque estrellas que puedan brillar para los dos, que sacrifiquen su existencia y que de ellas mane benevolencia eterna.
Hoy se transfigura ante mí tu esencia y veo en ti a la reina que comanda el canto de las llamas que consumen los latidos de mi corazón. Sin duda alguna, mis bestias calmaran su furia.
Sales de mi mas profunda fantasía a confrontar mi delirio, las delicias que tu cuerpo me provoca me imponen beber de tu copa, tu eres mi mas hermosa claridad, en la que se refleja el suspiro de la marea que estremece mis sueños y dominan mis pensamientos.
Demolición de mis defensas, por tu sutil aroma que me enerva y me inyecta interminables dosis de dulce miseria.
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