Quimera de luna llena
pero ausente
hoy acudes a mí
con rostro amable,
cambiante.

Y una ilusión me desvela
esperando que no lo sea,
huracán de desconcierto
que agita mi corazón doliente.

Ha perdido
todo el valor de su existencia,
ahora que la melancolía
no se halla más en él.

Ilusión, quimera, espejismo
¡no existe!
asisto a las exequias de mi dolor
y al nacimiento de mi próxima muerte.

Tiemblo ante la alegoría
que me llama impaciente
oprimiendo mis entrañas
¿qué es lo que fue
si no ha sido lo que es?

Espejismo en el frío desierto,
oasis sagrado
que se divierte con mi espera
y me ahoga de pronto
en la incertidumbre
más extensa que la llaga del deseo.