Trató de no tentar algo más que su inmovilidad,
en su silla miraba quieta el pasadizo vacío
o el vacío que parecía pasadizo,
En su inmovilidad trató de no mirar más allá
trató de no conectar nada que no fuera ella con el mundo
con el espacio blanco que tornándose gris la confundía,
con la triste pintura que sus ojos recibían
recibían y devolvían humedeciendo sus mejillas.
Entonces fingió dormir,
acurrucóse con sus propias carnes
e imaginó sentir frío
así su soledad no era su única compañía
así su propia lástima no era tan grande.
Sin querer aquel vacío se tornó en útero
sin querer ella se volvió feto
abrazó su cuerpo
y apretó los labios,
contuvo un espasmo intenso, ganas de gritar
cerró los ojos a pesar de que ya los tenía cerrados,
en sus carnes clavó sus uñas
en su mente la imagen vacía
y esa falta…
carencia…
o ansias de vida
y ese miedo…
amarillo…
a vivir.