Entro a la misma escena de siempre,
un lugar casi intacto, frío,
sin momentos reconocibles.
Hay un leve desorden... la alfombra esta arrugada.
Trozos de vidrio en el suelo,
la radio esta encendida,
la ventana del living abierta...
todo escapó por ahí.
Veo la pieza... la simetría del caos final.
La colcha en un rincón.
Una lámpara tintinea,
El televisor en blanco, sin volumen.
Colillas de cigarros sobre las sabanas,
pronto veo los cuerpos...
junto a la cama, abajo,
un hombre sobre una mujer,
los dos desnudos... manchados.
La mano de la mujer sobre la pared,
algo intentó, ya no importa.
Huelo alcohol... whisky,
no veo la botella,
las maderas lustrosas y el charco de sangre,
me encandila el flash del perito,
se inaugura la escena de siempre.
¿Celos?, ¿depresión?, ¿traición real o ficticia?...
¿un error de ebrios enamorados?,
para ellos las cosas terminaron,
para mi recién comienzan.
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