Escucho tus latidos,
tu respiración,
tus gemidos,
siento tu piel caliente,
tu pelo revuelto,
tus ojos mirarme,
tiemblo en esta locura insana
sabiendote mas mia que nunca.
Escucho, siento, tiemblo,
me alegro como nunca por tenerte
y es ahi,
en ese instante,
que se rompe el sueño
y entonces tu lejos,
desconocida distante,
y yo cuerdo,
aquí hundido,
perdido, errante,
fugaz en una realidad
que aprisiona y envenena,
tratando de estar vivo en sueños
mientras muero
en verdades cuerdas
pragmáticas y elegantes
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