Para tu amor que está en mi ceguera,
Para tu vida que muere en mi pensamiento,
Para tu recuerdo que habita en mi olvido,
Para tu carencia que abunda en mi miseria,
Para tu abstinencia en mi adicción sexual,
Para tus piernas en mi espalda,
Para tus senos en mis labios,
Para tu rostro en mi entrepierna,
Para tu aroma impregnado en mi paladar,
Para tus oraciones presentes en mi incredulidad,
Para tu nombre sin mis apellidos,
Para tu identidad perdida en el fondo de una botella,
Para tu tiempo en mis ocupaciones,
Para tu llanto en mi hipocresía,
Para tu suerte depositada en mi azar,
Para tu destino en mi libertad,
Para tu dios crucificado en mi infierno,
Para tu cielo, fiscal de mi dios,
Para tu desesperanza, rehén de mi purgatorio,
Para tus ángeles haciendo el amor con mis demonios,
Para tu inquisición en mi aquelarre,
Para tu sexo en mi decálogo,
Para tu Biblia en mi repisa de baño,
Para tu formalidad en mis orgías,
Para tu conquista en mi resistencia,
Para tu voz regada en mi piel,
Para tu prisa en mis zapatos,
Para tu hospital en mi cementerio,
Para tu corazón en mi eyaculación,
Para tus pantaletas en mi mesa,
Para tu café en mis pesadillas,
Para tu tabaco en mis ruinas,
Para tu abrigo en mi verano,
Para tu desnudez en mi invierno,
Para tu vestido azul en mi memoria,
Para tus lentes en mis fantasías,
Para tu piel blanca en mi laudemio,
Para tu pelo rojizo en mi foto irrecordable,
Para tu perfección en mi babatel,
Para tu felicidad en mi cabanga,
Para tu ignorancia en mi incitación,
Para tu ilógica en mis reglas,
Para tu lógica en las mismas,
Para tu partida en mi espera,
Para tu espera en mi añoranza,
Para tu añoranza en mis caricias con lujuria,
Para tu ascua de palabras en mi rapsodia bruna,
Para tu posesión en mi sortilegio,
Para tu descanso eterno en mi desesperación,
Para la muerte que te escasea en la vida que me hace falta.