Cerca de treinta envíos. Cerca de treinta editoriales con sus correspondientes treinta cercanas copias de mi primera novela. Primera inquietante respuesta: "Intensa obra descriptiva. Lamentamos que su estilo antiguo, en momentos admirablemente trabajado, no se ciña a las líneas modernas de nuestra prosa". En los meses que siguieron gotearon en negro afines respuestas: "A golpes exquisita, pero la Historia tan sólo acepta un Balzac... Imitadores abstenerse". Desconcertantes como: "Insaculando las frases de su novela, recortadas una tras otra, y realizando el mismo ejercicio de tijeras con las frases que estructuran la vasta Comedia Humana, ni el mismo Balzac podría diferenciar su creación de la suya... pero en un todo, la obra de un genio irregular es la obra de un genio irregular. Lamentamos irregular con genio no poder publicar su obra". Respuestas que he repasado de diez en diez pasadas acrecentando en cada una de ellas mi desasosiego. Confieso ser pasto de cierta preocupación. Jamás he leído a Balzac.