En mi vida, corta por cierto, me han pasado cosas que marcan a uno de maneras insospechadas, desde la muerte de un familiar hasta la vida de un nuevo miembro de la familia, cosas tan dispares pero tan semejantes al fin al cabo uno se va y otro viene es lo que dicen los más veteranos de mi familia, siempre tenemos un sustituto natural en algunas por desgracia ya no es el caso. Puedo afirmar que he tenido infinidad de fallos en mi vida porque errar es de sabios y aprender de tus errores es aun mas, pero de muchos de esos grandes o pequeños errores, muchas veces no se aprende del todo y como el hombre es animal de costumbres, tropezamos todas las veces que haga falta con la misma piedra, hasta que a fuerza de la constancia aprendemos de ese error.
Cuantas veces uno se pregunta qué hubiera sido de mi vida si hubiera escogido ese otro camino, si hubiera dado el paso con aquella persona o simplemente hubiera estudiado algo más para sacar esa oposición o terminar ese título, así no podríamos pasar la vida pensando pero en definitiva, nadie tiene una máquina del tiempo para poder quitarse algunas meteduras de pata algo o muy bochornosas, pero hay un remedio para no seguir cometiendo esos fallos recapacitar ante una decisión, nuestra vida está plagada de decisiones muchas de las cuales ya las decidimos inconscientemente y muchas veces erramos por no pensarlas, por no plantearnos si es lo que nos conviene, si es lo que realmente queremos hacer; La rutina es nuestro peor enemigo en ese sentido, como “animales” de costumbres nos acostumbramos a todo, tanto lo bueno como a lo malo y nos resignamos muchas veces al qué dirán, al cómo me miraran o si realmente les parecerá bien; A todo el mundo menos lo que realmente uno piense, no seamos ovejas dentro de la sociedad resignadas a los pastos intelectuales que nos echan de vez en cuando para engordar nuestros estómagos y vaciar nuestras mentes, el concepto de si uno cree en ello se puede conseguir no es efímero solo hay que tener una taza de valentía y dos de constancia, muchas personas desde la antigüedad han conseguido cosas imposibles para su época y nosotros no somos tan ambiciosos, solo plantéense cuál es su vida y cual hubieran querido tener y si todavía su vida puede ser aquella que quieran, nunca es tarde para ser feliz solo hay que tener muchas veces un poco de inconformismo y algo de rebeldía, los jóvenes no son rebeldes por capricho, sino porque simplemente quieren buscarse un sitio, un destino, una vida y muchos a lo largo de los años no pierden ese espíritu de superación y son aquellos los que consiguen realmente ser felices, capaces que sin conseguir todo aquello que querían o sin llegar a sus objetivos soñados, pero al menos lo intentaron y eso les da la tranquilidad de haber hecho todo lo posible, muchas veces lo bonito no es conseguir todo aquello que se quiere sino el camino hasta conseguirlo. En definitiva podemos decir que la vida es aquella que uno tenga el valor de luchar, porque las decisiones las tomamos nosotros para llegar o no llegar a lo que queremos, solo hay que saber escoger bien y ser fieles a uno mismo, solo así podremos sentirnos realmente bien consigamos o no nuestros objetivos así que vivan y dejen vivir, no juzguen sin saber y busquen debajo de las tapas del libro, que es lo q realmente es interesante.