Hoy he visto
a las alegorías sagradas
mendigando por las calles,
reflejando su palidez
en los escaparates del descuido.

Una mirada triste
me regaló flores de ilusión,
tenía los cabellos húmedos,
fríos en el abandono de un olvido.

Entonces la masa de endebles ardores
me presentó a una elegante quimera
con zapatos blancos de charol
y un manojo de bondades en la mano.

Paria de la locura,
inventor de tu propia estética
tu sonrisa ilumina en el ocaso banal
el retrato del desacierto humano.

Más adelante,
la voz me pregunta por aquélla imagen
que nos brinda el respiradero de las intenciones
¿Ahora hacen a los espíritus de plástico?

No, es solamente el concepto de "vanguardia"
que está llegando a nuestra urbe
¡Alégrate!
que el color de la inmediatez
perdonará todos nuestros pecados.