una mantilla sobre la cabeza,
ese encaje guarda su calvario.
rododendros y magnolias
para los niños del cielo y
sobre las calles las marcas
de la década linfame. aquí
entre los muebles que hayan quedado
y las sucesivas estatuillas
de encuentros desencajados.
un orden circular como un medio mundo
que junta peces donde él vivía,
donde él muriò de pena porque ellos no valían
tanta lucha tanto desgarro. el que supo
de los vuelos en el mar y de la espuma
que la luna iluminó. sin embargo,
sobre el surco de las aguas
que rodean la isla vacía,
alguna ánima prendida
de los muros presencia el viaje.
Texto agregado el 12-10-2007, y leído por 96
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
28-10-2007
me gusta cómo estructuras los diferentes paisajes donde acaece tu poesía. Es una cadencia constante que halla su enlace con el mundo por medio de olas; sólo olas. Desde un oleaje permanente, el_rey
12-10-2007
La luna siempre ilumina. Especialmente a quien lo tiene más difícil. A quien arriesga más. Me gustó la composición. sereira
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login