De nuevo el tiempo como una prueba más de la vida, entoces pregunté que era primero si el tiempo o la vida. No tuve respuestas como a miles de preguntas que he hecho a lo largo de una etapa de 53 años. ¿Que queda entonces? .... seguir viviendo mientras te taladran los pasos del tiempo; todo esto es una trampa de nosotros mismos tal vez para desarrollar algo de eso que llamamos inteligencia, pasión o conciencia. O quizá el darnos cuenta que tan sólo seguimos siendo esas infinitesimales y diminutas partículas en un Universo que haciendo las veces de Dios también nos arropa y nos llena de interrogantes. Si entonces el dudar o el preguntar no tienen validez qué podemos hacer. Sumirnos en confusiones eternas de todo, o vivir simplemente en el asombro permanente. Llegar a expresiones propias sigue siendo algo trascendente para cada uno de nosotros y puede ser que el cuestionar constante ante todo lo que nos rodea sea una buena aptitud. Hasta dejar la mente en blanco es complicado, el camino me dice entonces que respire, coma, ame y construya mientras queda la vida. Todas estas sensaciones me embargan de lluvias eternas y de un absoluto misterio. El saber que más tarde pasaré de alguna manera a formar parte de la eternidad me lleva a sensaciones desiertas o de intranquilidad continuada...¡que más da, si al final a juro tendré que superar estas emociones baratas que no conducen a nada, a siempre dudar de mis sombras y de la sangre que corre en secreto por entrañas dudosas! ... mientras tanto me rodean más de siete millardos de seres iguales a mí, que en algún momento de su existir se hacen las mismas preguntas y anhelos.... sigamos la vida, no queda otra opción.