"Quizás eres el mas destacado,
símbolo de valentía de una época,
gran capitán de la isla y el reino,
tienes ahí muchos bronces repletos de pólvora...
navíos hinchados de orgullo y pasión.
Observo tu furia controlada...
tengo algo de envidia almirante,
esa inspirada por el mejor de todos los primeros modernos".
Día de aparejos y gigantes velas,
de cañones neblinosos.
Preámbulo de horrores catarquicos,
de posibles actos heroicos ocultados por el derrame de las sangres correctas.
¿Le temías a Napoleón?,
¿a sus maderas invencibles?,
¿a tu arrojo predestinado?,
¿o a tu causa anquilosada de historia y eternidad?.
Temías no ser lo que prometiste ibas a ser... y lo fuiste.
"Interrumpo el acto,
la orden es tajante.
Antes de que la pequeña bala atraviese tus carnes...
yo perforare tu mártir quilla.
¡Limpien nueve y diez!,
¿qué hará el pequeño francés sin ti?,
quizás todo... quizás nada.
¡Fuego el nueve y el diez!,
- Torpedos en tiempo señor.
- Inmersión progr...
- ¡Centinelas!... ¡centinelas a estribor!,
- ¡Alarma de inmersión ya!... ¡sheise!, nos descubrieron... ¡abajo!".