Proverbio 8 para loscuentos.net
Pearl Buck (1892-1973) escritora norteamericana, que vivió gran parte de su vida en China. Recibió el premio Nobel de literatura en 1938.
Muchas personas desaprovechan la pequeña felicidad mientras esperan a la grande.
Ese proverbio es una gran verdad. La mayoría de los seres humanos luchan en la vida para tener un futuro soñado. Una casa más grande, un auto último modelo, otra casa en el campo o playa, viajes, dinero en el banco, o lo que sea que los sueños prometen. Para eso se estresan día a día, salen corriendo temprano de casa para ir al trabajo, llegan cansados de vuelta, los fines de semana se postran delante del televisor tratando de descansar no queriendo ser molestados por nadie, o visitan a otros estresados como ellos mismos. Mientras tanto los pequeños placeres de la vida, esa pequeña felicidad, aprovechar a jugar con los hijos, verlos crecer (los años pasan muy rápidamente), ir todos juntos a un cine u otro entretenimiento, o simplemente sentarse con el cónyuge para compartir los minutos en intimidad, dar una vuelta con toda la familia en el coche que se tiene aunque no sea el último modelo, disfrutar la casa aunque pequeña pero es propia o alquilada, pero amueblada con gusto, no se viven. Y pasan los años, las canas adornan la cabeza, los medicamentos que se deben tomar para la presión, úlceras, ansiedad o depresión están a disposición. Se llegó quizás a tener una casa más grande, y otra afuera, un auto nuevo, pero ya se está demasiado cansado y viejo o enfermo para viajar, y disfrutar lo que se consiguió con tanto trabajo y sacrificio. Los hijos crecieron sin uno darse cuenta ya formaron su propio hogar. Ahora la casa es demasiado grande para los que quedaron en ella. El coche está más guardado que usado, la casa afuera se visita en verano, el resto del año está cerrada. El dinero que se juntó lo aprovechan los bancos para enriquecerse cada vez más. Y cuando el final de la vida se está acercando, lo peor que puede pasar es si la persona que mira hacia atrás, piensa ¿Qué he hecho yo con mi vida?
Por lo tanto, vivan el hoy, porque el ayer ya pasó y el mañana aún está por llegar, porque quizás nosotros no lleguemos a el. Disfruten lo que tienen, por más pequeño y humilde que sea. No se olviden que las cosas más hermosas son gratuitas: el sol que nos calienta y alumbra en el día, la luna que hace que la noche no sea tan oscura, las estrellas que parpadean y nos guían, la lluvia que moja las flores y que brindan su perfume, el amor verdadero que no se puede comprar y la salud para poder disfrutar todo eso.
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