Se ofrece recompensa,
un sueño se me ha escapado ayer
cuando paseaba por la bosque,
lo llevaba bajo el sombrero
que el viento me ha quitado.

Tenga cuidado
porque si intenta reprimirlo o retenerlo
se volverá más fuerte y más grande
e intentará despeinarle.

Es muy travieso,
quizá invite a sus propios sueños
a jugar con él a las escondidas
dentro de su castillo de locura,
del que me han dicho,
nunca se puede salir.

Procure llevar un paraguas
quizá llueva su esperanza y le salpique,
pero, ¿le digo algo?
sus arcoiris son de dulce sabor suspiros.

Cuando lo halle
habrá de tomarlo delicadamente
mientras duerma es mejor,
posiblemente estará jugando
en el jardín de los desvelos,
él es así.

No le hable acerca de usted
siempre se ha sabido libre
aún cuando vivía conmigo,
más libre que una tempestad.

Pese a esto, si insiste en presentársele
le advierto que mi sueño se dará cuenta
de que en verdad siempre ha sido esclavo de su persona
y no querrá volver conmigo,
de ahí en adelante,
no hará otra cosa que no sea mirar la luna.

Si por el contrario
usted lo encuentra y me lo devuelve
prometo otorgarle como recompensa
un lote de anhelos
que gané en la feria de los espejos del alma.

Están en perfecto estado
se han conservado bien
dentro de las cicatrices de mi deseo,
no han encontrado otro lugar más delicado para estar,
no obstante, pienso que seguramente
lucirán mejor en su galería de sentimientos.

Ande, emprendamos la búsqueda
porque ahora que le he vuelto a mirar el rostro
siento que un nuevo sueño se gesta dentro de mí,
pronto saldrá al mundo.

Y será mejor que encuentre a más seres como él
para que crezca impetuoso y complacido,
como el que ahora estruja sus entrañas
dejándole sin habla,
ya lo ve, se lo advertí,
finalmente él lo encontró primero a usted.