y claro
si crecemos asimilando
ojos que no ven
corazón que no siente
y el corazón que siente
tiende a desviar la mirada
o mirar de soslayo
pero algunos
simplemente no podemos con nuestra vista
y ante cada mirada
levantamos los brazos,

la batalla hay que darla
somos todos la batalla inflexible del tiempo
filosofos del tiempo
inventores del tiempo
devoradores
batallando contra la bestia de nuestros tiempos
en donde a veces lo unico
que queda por hacer
es irse al sur con amigos
y vagar por páramos
llenos de naturaleza viva.