HISTORIA DE AMANTES


Aquí habla él:

Soy aquel que en tu lecho
Acaricia tu pelo negro
Se adormece en tu piel
Con la afección de tus besos.

Aquel que con arrumacos
Atormenta tus deseos.

Soy hombre crecido y feo
Enternecido de amor
Que busca el resplandor
De tus ojos cuando llueve
Y de esa pena que humedece
Tu rostro en su dolor.

Soy el amante del licor
Que procede de tu cuerpo
Y que aja tu tormento
Con irracional prisa
Soy marido y malquerencia
Y tú la matrona con hijos
Casada por adeudo
Distanciada del amor.

Debo tu alcoba dejar
Por un maldito destino
Me alejo del aroma
De tu flor y de tu vino
Satisfecho del amor

M
U
J
E
R

Que nos hemos permitido.

(Jaime Alfonso Luis León Cuadra)


HISTORIA DE AMANTES

Aquí habla ella, luego que su hombre habló:


Soy aquella que en mi lecho
perdoné tus desatinos,
interpreté tus silencios
justifique tus descuidos
y abrí mi alma y mi cuerpo.

Aquella que con susurros
le dio calma a tu tormentos

Sólo cuidé mi belleza
dispuesta para tu piel
sólo amarte fue mi meta
por tus ojos yo miré
siempre encontré en nuestra entrega
una gota de tu miel.

Me volví licor añejo
al calor de nuestro hogar
sonriendo para callar
y en cada cuota de besos
te embriagabas en mi nido.
Y al ahogo de mi anhelo
he procurado a mis hijos
su libertad, en tu encierro
y encerrada entre tus dedos.

Si ahora dejas la alcoba
por un maldito destino,
te perseguirá el aroma
de mi flor y de mi vino.
Pero, nunca estaré sola
construí un fuerte castillo:
mi fe, que no se desploma.

Q
U
E
R
I
D
O

No sufras demasiado

Te amo

©SorGalim