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Inicio / Cuenteros Locales / EL_RETO_GANADORES / Invitadas de honor:primer y segundo puesto en La minicaza a Semejante a la noche\"MONOLOGO DE LA PROMETIDA\"losergirl y m_a_g_d_a2000

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“Niebla espesa” -autoría losergirl GANADORA

Era de madrugada; cuando un tumulto de gente anunciaba la llegada de las naves que zarparían al nuevo mundo; el rocío de la brisa de mar, me inundaba con alegría, pero esta mañana fue diferente, su sabor era amargo, con un olor a llanto. Mis ojos curiosos se asomaron por la ventana; ahí pude mirar aquellos sarcófagos gigantes, que encaminaban a miles de soldados a tierras prometidas, a glorias inalcanzables, y llevando también los llantos de mujeres, niños y viejos que temían el no volver a mirar los ojos de su ser querido. Aleje la mirada de aquella ventana. Me vestí, para ayudar a mi madre con las tareas del hogar.

En la tarde, después del arduo trabajo, puse la mesa con el asado de mi madre en el centro, y el pan en un lado. Habiendo transcurridos varios minutos, mi padre empezó a hacer alarde sobre las guerras, contándonos las hazañas de los grandes; pero él ya es viejo, como sus historias. Comenzó a replicarme la necesidad de encontrar un buen marido, y si el era un guerrero como Aquiles mejor, lo que el no sabía es que ya lo había encontrado, un guerrero de corazón que pronto se iría lejos, a las tierras de Cortés.

Más entrada la tarde mis padres me habían dejado sola. La campana de mi puerta sonó, y corrí con la esperanza de que fuera él, y para mi suerte lo era; lo invite a pasar y tomamos asiento en la sala de estar. Recargue mi cabeza en su hombro, quería decirle lo que pensaba de la guerra, así me arme de valor, y decidí cortar el silencio, preguntando acerca de los preparativos de los navíos; sin quererlo, de pronto ya me encontraba furiosa y tratando de convencerlo de que no se apartará de mi, pero él se mostró frío, era obvio que no lo había logrado; cuando estuve a punto de pedirle disculpas, la puerta de mi casa anunció la llegada de mi padre, así que él tuvo que salir por la ventana trasera, y ya no me dio tiempo de decirle cuanto lo amaba, cuanto lo extrañaría, ni para decirle que cada mañana me levantaría mirando las olas del mar esperando que La Gallarda trajera a mi hombre.

Por la noche, noté que una niebla espesa cubría los navíos, tan espesa como la esperanza de volver a ver los ojos de mi amado.




Monólogo de la Prometida -autoría m_a_g_d_a2000 VIVEGANADORA

Míralos, allá van orgullosos de si mismos a embarcarse en una aventura, en el que creen que será el gran desafío de sus vidas. Deseando enfrentarse a tormentas y galernas, a lanzas y espadas. Ansiosos por convertir a los herejes en hijos de Dios y por gozar a esas mujeres de las que dicen que se entregan sin ningún recato.

Míralos, marchando, formando un pelotón de hombres que sueñan la gloria y la riqueza, y claro, el poder para nuestro señor el rey y nuevas almas para nuestro Señor omnipotente. Ya llegan al puerto, pronto subirán a los barcos y comenzarán su aventura. Veremos alejarse a ese puñado de valientes que encarnan lo mejor de nuestros hombres, de nuestra sociedad. Allí se van, con la responsabilidad de conquistar un nuevo mundo para Dios, para el rey, para alcanzar la fama y la riqueza.

¡¡Valientes!! Miserables que esconden sus miedos bajo la coartada de la responsabilidad, del honor. Ratones que huyen cuando se enfrentan a una mujer que se siente su igual. Id, marchad, conquistad a esas furcias, pobres mujeres que venden su cuerpo por unas monedas; violentad a esas indias que no podrán defenderse porque usareis la fuerza; marcad a fuego a esas mujeres, que os duren mientras vosotros queráis, durante el corto espacio de tiempo que las deseéis. Luego tiradlas, sin preocuparos, como mercancías que son, menos valiosas que el oro que pensáis almacenar.

La fuerza, la humillación, la posesión. Sí, ahí radica vuestro poder, el que os hace creeros superiores, seres en pos de una misión sagrada. ¡¡Imbéciles!! ¡¡Cobardes!! No soportáis que seamos nosotras las que os elijamos, las que os hagamos gozar. No, el gozo debe ser vuestro, vosotros decidís cuándo y cómo. Sólo queréis mujeres – madres, o mujeres convertidas en el reposo del guerrero. No amantes que se entreguen a gozar, sólo amadas llorosas en la despedida, insatisfechas en la espera, silenciosas en el amor.

Estúpidos machos que no nos creéis capaces de sentir en vosotros el olor a vino y a hembra que no os dejan gozar de un cuerpo nuevo, inexplorado, entregado a vosotros por primera vez. Que escondéis la impotencia bajo el manto de la responsabilidad. ¿Es ese el mismo ardor guerrero que vais a demostrar? ¿Así pensáis ganar batallas y conquistar reinos? ¿Dónde queda vuestro arrojo, vuestra hombría?

Idos, demostrad lo hombres que sois lejos de hembras que puedan elegir. Yo os maldigo, sola, ardiente, humillada.



Texto agregado el 08-10-2007, y leído por 214 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
08-10-2007 Felicitaciones a las dos, han captado el sentir de la prometida del viajero del cuento. Bravo Yvette ninive
 
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