Despierta tú mujer, poda el rocío tu faz pensamientos insanos; él tu hombre no buscado en caminos distantes espera sigiloso, cavila toque vaporoso, amaina existir; sensaciones escapadas, persisten lamentos poderosos. Obsécalo dudas suaves lo han convertido esfera teatral. Médicamente dramatismo exacerbado, leve ronroneo cupido. Ruidos opacados sentimientos olvidados e infancia taciturna; su conciencia terrenal, simple amor. Minutos pasan, mientras duchada preparas fieras batallas, armas fino bastión seducción: Agua, jabón, perfume, rímel, ropa tuya, medias negras, vestido seductor, todo pegado piel. Armado telón buscas encuentro tu amado, mientras caminas distancia separa de él, meditas destino. Tu amado él, te observa lejos, acercas camino, pasos firmes hembra victoriosa. Segundos llegar encuentro, no sorpresas … ¡disparas cansancio humanidad interdicto pistola 45! … Antes partir lejanos precipicios, temblando malherido inquiérete desvanecido, ¿por qué? … agudez y mirada sólo él escapa, suplica contesta. Más tú mujer, centella soslayo respondes - dejado he de quererte, tanto quise, no seas de otra, muerte impertérrita, hereda tú hombre mío: Vete, dejado he de mirarte y al olvidarte partiré caminos turbios sin fin. |