¿Adonde se fue el pasado? ¿Cuál es el punto cardinal al cuan enfilaron nuestras añoranzas, nuestra vida pretérita, todos los instantes y todos los adioses? A menudo pienso que la totalidad de nuestra existencia transcurrida va a la saga, como la gigantesca y disipada cola de un errático cometa que no sabe siquiera hacia donde se dirige. Y por lo mismo, por simple instinto, volteamos la mirada para tratar de reconocer los andrajosos fantasmas del pasado. En esa mirada nostálgica, contemplamos los resabios de nuestra vida, las personas que desaparecieron con la misma fugacidad con que aparecieron, las metas que nos propusimos, la planicie yerma de las frustraciones, los fracasos que, o bien nos ennoblecieron o nos transformaron en seres anodinos.
¿Al norte? ¿Al sur? ¿Al este o al oeste? ¿Hacia donde se fue nuestro pasado? Donde quiera que miremos, encontraremos las huellas de nuestra existencia, sin que pareciera haber una ruta definida en la cual se perdieron nuestros ideales, ¿sólo fueron soles en retroceso, jornadas en reversa, suspiros que se perdieron en la noche de los tiempos? De lo que sí podemos estar seguros, es que nuestro futuro se encuentra delante de nuestros ojos, frente al horizonte, real o imaginario en donde tejemos nuestros sueños y nuestros proyectos. ¿Pero el ayer? ¿Adonde se fue el ayer?..
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