NUEVOS SOLDADOS
Por: JUAN FRANCISCO CASTILLO RIVERA.
Mientras FT-X-02, acompañado por cuatro criaturas esbeltas y acorazadas como él, cruzaban velozmente el lecho submarino, un torrente de lejanos recuerdos llegó a su cerebro. Recordó sus días anteriores a esta última Gran Guerra, cuando trabajaba con niños enfermos, nadaban juntos, contentos, un vínculo secreto los unía, celebrando sin palabras y con un enorme salto cada logro de esas pequeñas criaturas; esos pensamientos lo confundían terriblemente, se preguntaba ¿cómo era posible que aquellos seres (niños y adultos), fuesen capaces de demostrar y hacer sentir una inmensa compasión y ternura, al mismo tiempo que desataban su furia contra todo ser vivo sobre y bajo la faz de la Tierra?
En su visor de cristal liquido realizó su lectura, se encontraban a 500 metros de distancia del punto de reunión, en ese lugar la computadora central les indicaría el siguiente paso de su servicio. Esta era la quinta Misión de FT-X-02 y su suerte no lo había abandonado, demolía, saboteaba y explotaba material submarino del enemigo, lamentando siempre la pérdida de dos o tres miembros de su escuadra en cada tarea. Durante las incursiones no debía existir margen de error; los hombres decían que se acudía al llamado de la patria; a él y a sus semejantes se les consideraban patriotas y a hasta héroes. Esta vez parecía ser un trabajo de rutina.
Lo acompañaban cuatro de sus congéneres, dos de ellos se encontraban sumamente nerviosos, pues era su primera misión en el equipo. Como todos los miembros de esa élite de la Marina Armada, cada uno era adiestrado durante seis meses en la Base Marina y Puerto de la A.M.I.M. (Agencia Militar de Investigación Marina), donde escogían a aquellos que habían trabajado en acuarios y parques acuáticos, por su docilidad y buen temperamento.
Solamente faltaban 250 metros para arribar al punto de reunión, FT-X-02, se encontraba tranquilo mientras chasqueaba y silbaba para animar a sus compañeros, CAZAMAR-01 y CAZAMAR-02, contestaron inmediatamente con crujidos y chirridos, estaban de muy buen humor, sin embargo los dos novatos MAR-D-01 y MAR-M-03 no compartían la misma alegría.
Cada uno iba equipado con una coraza 6x.5 mm. de titanio reforzado, ligera y sumamente resistente, una serie de nanocircuitos mantenía la coraza conectada directamente al sistema nervioso de cada soldado y en línea con la Computadora Central, dos delgados brazos telescópicos se encontraban a los lados de la coraza, y para esta misión les colocaron en la parte de abajo un turbo sifón silencioso que permitía una aceleración lineal de 55 a 65 Nudos por hora en trayectos cortos; en el dorso llevaban dos mísiles de mediano alcance, capaces de perforar un blindaje pesado y estallar dentro del blanco y varias minas magnéticas. ¡La tecnología los convertía en arsenales vivientes!
Llegaron a una base submarina, probablemente un depósito de armas y municiones. La Computadora Central envió el resto de la información, debían anular el sistema electrónico defensivo del depósito, colocar minas magnéticas en la estructura y destruirlo. FT-X-02 era el líder de la misión; con una serie de chasquidos, y chillidos dio las instrucciones a sus compañeros. Se acercaron sigilosamente a la base enemiga, ya que en los radares aparecían como una simple escuela de delfines y no les dieron mayor importancia. Una vez encima de la base, se dividieron en dos equipos de un veterano y un novato cada binomio. FT-X-02 se permaneció solo cubriendo la zona; MAR-D-01 uno de los novatos, comenzó a ponerse nervioso, la Computadora Central registraba la carga de adrenalina del cetáceo que chasqueaba y chillaba atemorizado, CAZAMAR-02, un delfín más experimentado trató de calmarlo, y con el hocico le dio unos golpecitos en una aleta, chasqueó un par de veces más y nado delante de él, MAR-D-01 no podía tranquilizarse. ¡Una señal de alarma llegó al Computador Central!, los controladores intentaron bloquear el equipo del asustado MAR-D-01 pero era demasiado tarde, en un movimiento inesperado MAR-D-01 lanzó uno de los proyectiles. En milésimas de segundo hizo explosión, la onda de choque y los pequeños fragmentos metálicos alcanzaron a CAZAMAR-02, lacerándolo mortalmente a pesar de la coraza, las alarmas de la base se dispararon de inmediato. Los delfines, se acercaron confundidos a FT-X-02 y después de tranquilizarlos con una serie de sonidos agudos les indicó que se prepararan para iniciar el procedimiento de defensa. Seis minisubmarinos salieron de una compuerta lateral del depósito, e inmediatamente descubrieron a los intrusos. El asombro se dibujó en los rostros de los nautas de los submarinos, pues en sus monitores aparecían cinco delfines acorazados ¡y nadaban hacia ellos! El líder de la escuadra de minisubs se comunicó a su base solicitando encender el supresor de comunicaciones para aislar cualquier señal transmitida a los delfines; en seguida, el líder ordenó que sus hombres abrieran fuego. Los proyectiles pasaban rozando los caparazones, los visores de los delfines se apagaron. ¡en ese momento se encontraban en medio de una batalla!, los dos novatos aterrorizados trataron de huir de dos minisubs que los seguían a fuego abierto. Ambos delfines fueron alcanzados por las balas enemigas, moribundos lanzaron sus proyectiles alcanzando a uno de sus atacantes. Otro misil cayó en el fondo marino, al explotar levantó una inmensa nube de arena que hizo perder el control al piloto del otro minisub, estrellándose con los restos de su compañero. Los demás minisubs se enfrentaron con FT-X-02 y CAZAMAR-01, que a lo lejos vieron cómo eran acribillados sus compañeros, en una feroz acción ofensiva, nadaron a toda velocidad contra las maquinas contrarias, soltando sus mísiles al mismo tiempo y acertando a dos vehículos más, pasando en medio de la formación enemiga FT-X-02 nadaba solo. Su compañero había sido alcanzado en una aleta y emitía sonidos y chasquidos animándolo a continuar, el delfín herido arrojó las minas magnéticas que se adhirieron a los vehículos enemigos. Un último chillido alcanzó a FT-X-02. Era el sonido de su camarada que se despedía, una tremenda explosión destruyó a los submarinos restantes. La confusión le dio unos segundos de ventaja. Encendió el turbo sifón y se colocó encima del depósito, soltó las minas magnéticas mientras salían seis minisubs más para darle caza, trató de alejarse lo más posible pero la explosión lo aturdió, lo último que vio fue un enemigo que se acercaba velozmente hacia él, golpeándolo con el casco de su nave en la cabeza. Una nube de sangre envolvió su cuerpo, restos plásticos flotaban hacia la superficie, los cadáveres de 5 delfines emergían también, sus siluetas estaban envueltas por millones de burbujas.
En esos últimos segundos FT-X-02, recordó esos días pasados. Cuando nadaba con niños humanos y se divertía y jugaba, trató de olvidar los rigores del entrenamiento, la crudeza de las batallas, trató de perdonar a esos seres tan enigmáticos y a su mente regresaron los días de sol y diversión, cuando lo llamaban “Centella” y los humanos aplaudían sus piruetas.
|