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Puedo escribir los versos más tristes esta noche como dice el poeta, o quedarme llorando tu ausencia tumbada en un sillón con un libro que no leeré entre las manos, o puedo estar pendiente de escuchar el ruido de la llave en la puerta y saber que lo has dejado todo para venir a verme, o tal vez salir a emborracharme de cerveza y de ron.

Quizás si descuelgo el teléfono consiga escuchar tu voz amada aunque sólo sea en el contestador diciendo eso de ahora no estoy en casa…, o en vez de marcar tu número mis torpes dedos se equivoquen y llame a algún amigo que me invitará a descargar mis penas en su hombro y mi hambre en su alcoba. Pero seguro que cuando me despierte a su lado o sin dormir siquiera sienta que no vale la pena llorar en otros brazos ni gozar otro cuerpo.

Así que voy a dejar a un lado el libro, desconectar el teléfono para que nadie me moleste, y poner música suave a la vez que enciendo una vara de sándalo y tras abrir el grifo de la bañera para llenarla de agua caliente y espumosa hasta los bordes dejaré que mi cuerpo se relaje en ella. Entonces pienso que mis manos son tus manos, que me enjabonan lentamente las piernas, desde la punta de los dedos hasta los muslos. Y acarician mi vientre suave y liso, entreteniéndose en el círculo pequeño de mi ombligo. Y mis dedos, como los tuyos nada torpes, suben lentamente hacia mi pecho, sin parar en los montes que sobresalen del agua y siguiendo su camino hacia el cuello que mis manos masajean para volver por el mismo camino, ahora sí acercándose a mis pechos, hacia los pezones que esperan erguidos disfrutando el movimiento que mi cuerpo produce en el agua.

Mis ojos cerrados dibujando tu imagen, mis manos que son las tuyas acercándose hacia ese centro de placer. De pronto un sobresalto recorre todo mi cuerpo. No, no es de gozo, el timbre de la puerta suena y suena sin parar … ¡¡¡No puede ser!!! Pienso a la vez que salgo empapada buscando un gran albornoz blanco en el que envolverme. Miro por la ventana, bajo los escalones de dos en dos. ¡¡¡Cómo pude olvidar que había pedido una pizza para la cena!!!

Texto agregado el 07-10-2007, y leído por 88 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
07-10-2007 inoportuna realidad que no nos deja saborear a plenitud nuestras penas... sallyrey18
07-10-2007 triste despertar me encantó teclas
 
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