Se había quedado clavada en la pagina de aquel libro, la numero 77, la releía una y otra vez… no sabia cuanto tiempo había dedicado a la misma hoja, cuantas veces había pensado en esa maldita pagina, aun así, era consciente de que debía pasar página, de que debía seguir hacia delante, de que debía llegar al final del libro y para ello, necesitaba seguir leyendo. Demasiadas veces se decía a si misma “debes ser fuerte y continuar con la historia, no debes quedarte inmóvil en una sola hoja, por mucho que te guste o te disguste, el libro estará lleno de miles de cosas que te gustaran mucho mas, o de otras muchas que te desagradaran”…. Así que, un día, cogío su libro, releyó aquella misma hoja, en la que tantas veces se habia quedado estancanda y sin titubear, paso a la pagina 78, siguío leyendo.
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