Arme la trampa
para que cayeras en ella.
No conte con el designio de Dios
Y brilló en mi la mala estrella.
Amada mira mi rostro que tú dulcificas
Veras mi mirada serena, llena de tus delicias
Ay Virgen de la Macarena, ayuda a este pobre soñador
A encontrarte a tu paso por mi vereda.
Que dolor se siente como coronas de espinas
Clavadas en mi frente, mirando tu lejanía
Ay Jesús, como comprendo ahora tu dolor
Que traspasa mi frente y hiere mi corazón
Dime sí. Que sea yo el que te pase el agua bendita
De mi mano la tomes para tu señal de la cruz
Deja que te adore como adoro a la Virgen de la Luz
Sanando este corazón que por ti muere y palpita.
Día y noche sueño como en letanías
Padre nuestros, Credos y Ave marías
Pasan en silencioso cortejo por la vida mía
Hermano Valentín, aleja de mí las flechas que a ti te martirizan
Estas saetas son el camino que recorro
En tu búsqueda mi bella mujer inalcanzable
Una a una las saetas las pongo a los pies de la Virgen del Socorro
A sabiendas que Ella en su amor me comprendería
Nomade mirando su cruz
Texto agregado el 05-10-2007, y leído por 132
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Lectores Opinan
22-02-2010
entre almas santas dificil pero no imposible guero
10-02-2008
Dolor que has expresado de forma tan perfecta que penetra las entrañas de esta seguidora de tus letras. Ay, Nomade... ¿Qué decirte, como no sea que disfruto de cada verso que escribes? Un gran abrazo y gracias por los sentimientos que despiertas en los que te leemos. Un beso. Sofiama
06-10-2007
Una bella poesía para un corazón enamorado y atravesado por dolorosas saetas.Mis***** almalen2005
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