- ¿Y si... y si... nos dedicamos a llenar bolsas de basura?

Pero no por el tema reciclado (que también).

Hablaba de esa basura que no hace más que pudrirse en nuestros

adentros .

¿Y si hacemos bolsas de basura melancólicabsurdasinsentido

y la tiramos?



- Sí, tirémoslas. Pero... ¿cómo, dónde?



- Lejos. Mira, primero nos ayudamos con los dedos, lo demás

viene solo.

Los dedos bien adentro de tu tráquea.

Vamos, hazlo, no te quedes ahí parada.



- (... ...)



- Así, muy bien. No te olvides de coger la bolsa recogebilis.

Y ahora empuja tus dedos hacia adentro, masturba tu esófago

hasta que tus impulsos vibrantes hagan del estómago un clítoris

apoteósico en un orgasmo histórico.

¿Lo sientes?

Perfecto.

Siente como todo tu cuerpo se contrae acompasado, unido.

Que salga de ti cada repugnante residuo.

Y llorarás, ¿ves? por ahí asoman tus primeros lagrimones

(que bien pueden ser del propio esfuerzo o porque duela).

Sí, sé que duele, son residuos

putrefactos que carcomen nuestra flora intestinal, y están siendo

arrancados aún aferrándose como con garras de fierro forjado.

¿Qué esperabas?

Vamos, no pasa nada, tranquila, es un paso más.

Ya te empieza a brotar por la comisura de los labios.

Aparta un poquito la mano.

Lo veo! Ya lo veo! Ánimo, pequeña.

Observa, no pierdas detalle, es increíble la cantidad de mierda

que el cuerpo puede esconder...

¿No te da asco? Deberías sentir lástima de ti misma,

porque me supongo que siendo tu tú misma, te olerás desde

dentro y... Oh! por Dios! Eres un jodido cubo de basura viviente!

Tienes que echarlo todo, no puedes seguir viviendo así.

Hay que desinfectar tus palabras, clasificar pasando por un

colador tus recuerdos y depurar tus sentimientos.

Una diálisis completa, vamos.

A la bolsa, pequeña, todo a la bolsa... no desparrames ni una gota

de hedor.

Toma, ahora límpiate.



- (... ....)



- Bien, ahora atémosla, con fuerza, sin compasión ni remordimiento.

Deshagámonos de este sinvivir. Nada, ni nadie, ni él, tienen derecho

a hacerte costra en las mejillas de tanto frotarte las lágrimas.

Coge la bolsa, es tuya, y hazla volar con una buena patada en el cielo

de su boca, en la cabeza de su erecto sexo...

Dolerá, sí.

Mejor... y es que de alguna manera hay que deshacerse de toda

esta mierda, niña, porque ha conseguido oscurecer hasta

tus ojos rubios ... bien sabemos que sólo es posible arrancándola

con valentía, frivolidad, un poquito de egoísmo y la justa falta de

escrúpulos.

¿Malas perras/gatas somos? Sí, puede ser.



- En eso nos han convertido.



- Pues habrá que aprovecharlo...



- Espero que dé resultado seguir tu consejo porque... Tengo el

coño deshidratado de tanta lágrima y las tetas deprimidas de

tanto bocado sin éxtasis... me duele la polla de tanta penetración

fantaseada de un ser inoportuno e inmerecido...

de verdad, quiero que mi vida vuelva a estar revestida de papel

pinocho multicolor...



- ¿Sabes? Hacía mucho que no te veía así de linda.



- (... ...)


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Os invito a un viaje mutuo al basurero más lejano para vomitar

recíprocamente todo lo que haga falta, hasta incluso darnos vuelta

corpórea debido a las fuerzas que pongamos... por que, joder, quiero

limpiarme la bilis melancólica con una Ballerina húmeda y enjabonada,

y después rociarme con lejía