Los García II: Familia y Lealtad
…\.. Continuación de "Los García" [C:147601]
Nuestras aventuras políticas en la corporación local de “Mohíno del Monte” terminaron como habían empezado…. ¡de un ladrillazo!. En su momento creímos que era nuestra oportunidad de salir de pobres pero está visto que la sociedad se confabula contra los mas necesitados y no tiene piedad ante nada ni nadie ¡Da asco tanta injusticia!.
La cosa se desencadenó de forma irreversible cuando el Tío Calixto, a la sazón consejero de urbanismo, y no nosotros como dicen las malas lenguas, cometió una serie de errores que no fueron bien encajados por sus electores y en especial por el tribunal de cuentas. En pocas palabras, su falta de cintura política lo convirtió en víctima de lo que en jerga política se llama “la pinza de la democracia” o, de forma mas coloquial y llana, del clamor popular al son de: ¡fuera, chorizos!. Como no podía ser de otro modo en esta sociedad de valores subvertidos y buena fe malinterpretada, los efectos colaterales resultamos ser los mas débiles y desfavorecidos, vamos, los chivos “espiados” o como se diga.
Entre los muchos errores del Tío Calixto, además de su falta de lealtad familiar sobrevenida inmediatamente tras asumir el cargo, se cuenta el de haber permitido que la prensa se cebara con nosotros inmediatamente de ponernos al frente del negociado de infraestructuras y de consentir por inacción que nos llamaran despectivamente “el clan de los García”, formado mismamente por mi mismo (el Ignacio), ideólogo consumado y excelente gestor y relaciones públicas, la prima (soltera profesional muy motivada) y la abuela (oyente poco sensible pero que pone mucha atención si le hablas despacio).
Los supuestos estropicios urbanísticos que me imputaban los medios afines a la oposición, se vieron agravados por el afán desmedido de la prima de pillar novio entre los solteros del lugar y del empeño de la abuela de coger los recados telefónicos de la consejería. Todo esto resultó un cocktail explosivo que el Tío Calixto no supo gestionar en términos políticos, mientras que lo fueron, ya que su mala gestión llevó la situación desde el salón de plenos del ayuntamiento a los pasillos de la justicia ordinaria (o muy ordinaria, según se mire al tenor de los hechos)
Tras tomar posesión de nuestras responsabilidades los medios de la oposición sectaria, se lanzaron a una campaña grotesca de acoso al equipo de gobierno y en especial al denominado clan de Los García, o sea, nosotros. No habíamos hecho más que entrar en el consistorio con unos nuevos amigos contratistas y ya nos acusaban de prácticas poco ortodoxas y de falta de transparencia en la gestión de la cosa pública – ¿Qué gestión y que cosas?- me decía yo. En un primer momento salí al paso de las acusaciones con mi natural don de gentes, intentando agradar a la prensa amarillista mas rancia del lugar, pero el empeño de la abuela de llamarles “pervertidos” y “sinvergüenzas” cada vez que abrían la boca, hizo que mi mensaje no cuajase entre el cuarto poder.
Esa misma semana “El Faro de Mohíno”, abría su edición semanal con la noticia de que el nepotismo había llegado al pueblo y como tal la globalización se hacía presente en la ciudad. Esto sonaba mas a logro del gobierno municipal que a algo malo pero, según me explicaron, el sentido dado era el segundo y no el primero.
Dado que el periódico salía solo los domingos, dio tiempo suficiente para que el periodista/editor y responsable del medio, le explicara a cada ciudadano y ciudadana lo que significaban palabras como nepotismo, contubernio, malversación de fondos, pervertido, etc.
Debido a la feroz campaña puerta a puerta desencadenada por los medios (o el medio), la popularidad de la consejería simplemente se esfumó sin ni siquiera tomarse la molestia de bajar antes de desaparecer. Realicé esfuerzos ingentes sin mucho éxito en explicarle al Tío Calixto que las acusaciones que vertieron ese mismo domingo eran infundadas dado que no había pruebas de que hubiera exigido comisiones al contratista del alumbrado público, ni ofrecido recalificar la era para construir bloques de edificios y mucho menos que lo hacía en su nombre ¡Dios me libre!. Solo me había limitado a sugerirles un esfuerzo contributivo con mi proyecto personal que era muy inocente y se trataba de un hobbie, mundano y humano, pero hobbie al fin, que consistía en comprarle un visón a la parienta y renovar el coche que ya tenía mas años que km. Nada del otro mundo. A los muy marranos les había faltado tiempo para contárselo a la prensa retorciendo la verdad……¡un asco, vaya!. ¿Y lo de la prima? Tiene su explicación si nos ponemos en situación, ya que no nos habíamos imaginado que en el pueblo había tantos solteros casaderos, cosa que a la pobrecita le había hecho pensar que si yo tenía un hobbie ella podía pedir una contribución similar en línea con sus necesidades, cosa que desarrolló profusamente pero con mucho tacto, quizás, demasiado. ¿Y La abuela? Pobrecita, ¡con el empeño que pone en las cosas!, cualquiera le quitaba la ilusión de atender la centralita telefónica. Y lo de su lenguaje soez es una burda artimaña de la oposición y obra de unos sinvergüenzas.
El primer envite dominical lo superamos con cierta dignidad herida pero con la frente muy alta, pero la semana siguiente se repitió la historia y la prensa se cebó brutalmente con nosotros presentando supuestas pruebas de nuevos escándalos ¡Increíble,en solo dos semanas!. A mi me acusaban de desparpajo y desfachatez a la hora de pedir comisiones y regalos, a la prima de voracidad masculina y de querer cobrar favores en carne, y a la abuela de una capacidad inusitada de crear conflictos telefónicos hasta con llamadas equivocadas, las cuales reproducían en página 2 cargadas de improperios achacados a la abuela.
Claramente el editor había visto un filón que explotar y se había arriesgado a aumentar las hojas del periódico, pasando a dos, y de aumentar la tirada a los pueblos colindantes ya que la historia tenía “gancho”. Tres semanas después de que “El clan” hubiéramos llegado al pueblo “El Faro de Mohíno” se había puesto a la altura de cualquier periódico nacional y solo incluía corruptelas, escándalos amorosos y conflictos y enfrentamientos entre vecinos que, curiosa y malintencionadamente, pivotaban la casi totalidad sobre el ayuntamiento y nuestro negociado.
El Tío Calixto, animal político encallecido en mil batallas perdidas, intentó defenderse de la moción de censura y de la querella penal presentada, soltando lastimosamente lastre familiar, argumentando que éramos parientes lejanos y que habíamos defraudado su buena fe. Lo de la buena fe, pasa, pero lo otro nos dolió mucho y en especial a la abuela que entendió vaya a saber Dios qué. Tamaña desfachatez tuvo su respuesta democrática y como no podía ser de otra manera no coló en ninguno de los dos frentes políticos y sus días de gloria, además de efímeros, le habían hecho acreedor de unas vacaciones pagadas en familia en Alhaurín de la Torre, complejo carcelario y ciudad de vacaciones del sector de la construcción español. El Tío Calixto había establecido un nuevo record entre la comisión del delito y la entrada en prisión. ¡Menudo carrerón llevaba el tío!.
Gracias a las llamadas fisuras legales y aunque las pruebas en mi contra eran mas que abrumadoras, conseguí salvarme de milagro de ser procesado y aunque tenía todas las papeletas para ir a la sombra durante una temporada, la habilidad de mi abogado permitió que desestimaran los cargos por incapacidad mental y obediencia debida. En un primer momento me sonó mal, pero tras una larga pensada me pareció una jugada a la que sacarle partido en el futuro. -Dame pan y llámame tonto- me dije.
La abuela fue excarcelada tras una semana de interrogatorios que no consiguieron esclarecer su participación en los hechos delictivos, pero si constatar, ya extenuados, que estaba más sorda que una tapia y la declararon absuelta de todos los cargos, a lo que la abuela solo respondió: ¡Pervertidos!
La que si pagó con la cárcel fue la prima, ya que su defensa jurídica fue misión imposible, pero como dice el refrán “que le quiten lo bailao”. Los cargos de acoso matrimonial no pudieron ser rebatidos al presentar la acusación 18 testimonios de mozos del lugar que la incriminaban directamente. El peso de la prueba fue incontestable y el número de pruebas, desde mensajes amorosos hasta videos en actitudes de acoso y …derribo, causó un efecto devastador en el tribunal. No obstante el juez fue ciertamente benévolo y tras un exhaustivo informe psicológico la sentenció a 8 meses de reclusión con derecho a reducción de condena si se apuntaba voluntariamente a un tratamiento de rehabilitación. La prima, al oír la condena, sonrió a la sala y lanzó un beso a su novio…… le daba igual ocho que ochenta, simplemente lo había conseguido y el precio era muy asequible. Bien está lo que bien acaba.
Esta mañana hemos ido a ver al Tío Calixto a la cárcel, la abuela, mi señora esposa que quería estrenar el visón y yo mismo para solidarizarnos con un consanguíneo que, aunque nos hubiera traicionado, seguía siendo familia. Extrañamente no nos dejaron entrar y según le indicaron a la abuela es que estaban pintando y no había nadie. Por un instante pensé en decirle a la abuela que sonaba extraño pero tampoco era cuestión de darle otro disgusto y mejor sería ir a ver a la prima que nos apetecía más y era mas familia que el Tío. Cuando nos dirigíamos hacia mi coche nuevo la abuela se soltó de mi brazo, y revolviéndose hacia el guardia del penal le soltó: ¡Pervertido!
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