Misterios del amor.
Por Luís M. Villegas.
Cediendo a la compulsión de hablar del amor, he de retomar la versión cuasi científica que trata de explicar mediante manifestaciones corporales, provenientes de procesos fisicoquímicos, por cierto nada románticos, de este estado de merecer. Por lógica es necesario contrastarlo con la versión rústica por la que todos hemos pasado y que le asigna a encantamientos mágicos el ansia y desvelo por un personaje.
Por principio y en congruencia con una formación Freudiana se establece la edad entre 5 y 8 años en donde se trazan los mapas de la personalidad de quien habrá de ser nuestro gobierno sublime. Esto proviene de miembros de la familia, amigos, relacionados con experiencias que quedan grabadas de la vida cotidiana, no teniendo que ser eventos extraordinarios, usted recordará de su memoria mas remota, situaciones aparentemente intrascendentes que se le insertaron para siempre. Por supuesto que en ésta formación de símbolos influyeron los elementos mediáticos que a través de la TV, el cine, revistas e impresos le hayan fijado los prototipos de belleza que representaron cada época. Imagine usted a unas niñas bulímico-anoréxicas actuales horrorizadas vomitando ante las piernas de Lilia Prado o Ninón Sevilla o viendo el busto de Elvira Quintana. Figúrese por oposición hacer pareja a Pedro Armendáriz, Jaime Fernández o a Pedrito Infante con las esqueléticas Twiggy (60), Julia Roberts (90) o Cameron Díaz (2000). Esto supondría que cada chango debe en apariencia buscar su mecate. No siempre sucede así, pues en la vida real es común ver parejas bien avenidas con rasgos totalmente opuestos, con edades y estaturas muy contrastantes, lo cual confirma lo complejo de éste juego. Continúan los científicos: Se generan descargas eléctricas a nivel neuronal y entran en acción más de 250 sustancias a través de las glándulas suprarrenales que coordinadas por el hipotálamo aumentan la producción de adrenalina y noradrenalina los cuales son neurotransmisores, produciendo un aumento en los latidos del corazón, de la presión arterial sistólica, liberando grasas y azúcares para aumentar la capacidad MUSCULAR (imagínese lo que sigue) y generando más glóbulos rojos a fin de mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea ¡Ufffff! Todo esto ha pasado en sólo ¡4 segundos! mismos que le sirven para formarse una opinión acerca del inquietante ser que le ha producido tal pasmo. Esto no es nada. Cuando sobreviene el verdadero enamoramiento es cuando el cerebro produce feniletilamina; que es un compuesto de la familia de las anfetaminas. Al recibir éste estímulo segrega dopamina (reforzador del cerebro) en la búsqueda del deseo y el placer así como norepinefrina y oxiticina que aparte de estimular las contracciones uterinas en el parto y la producción de leche son mensajeros químicos del deseo sexual. Tal sustancia es la responsable de que perdamos el control, ignoremos defectos físicos y de carácter y que seamos presas de la tiranía de quien ha sido objeto de nuestra pasión. No hay que cantar victoria; su efecto solo dura entre 2 y 3 AÑOS desvaneciéndose paulatinamente, dando paso a una nueva fase llamada de pertenencia, por supuesto por vía de las endorfinas de la familia de los opiáceos, domeñando los ímpetus originales convirtiéndose en un amor sosegado que brinda seguridad, comodidad y paz llegando finalmente a la etapa del apego, con la cual la pareja, si logra sortear los obstáculos que le presente la vida, podrá conservarse unida hasta el final.
No se alarme, pues aún el escepticismo científico reconoce que son los factores de la relación como los sentimientos y las emociones los que interactúan con el cerebro generando la coctelería hormonal que hemos relacionado. Por tanto, no olvide, si es caballero, la galantería de un buen cortejo en donde muestre sus buenas maneras, buen gusto en el vestir y oler, generosidad en las citas y paseos, así como los regalitos obligados que deberá tributar a su Dulcinea en la búsqueda de la ansiada aceptación. Por su parte la damita deberá mostrar su feminidad a través de su coquetería discreta a fin de exacerbar mas las reacciones químicas al interior de su galán. Total; en realidad ellas siempre han escogido a sus parejas, definiendo las estrategias de caza y casa estableciendo el cuando, como, hasta donde, donde, por donde y hasta cuando le harán conocer el edén. Congruentes con nuestros tiempos modernos y en atención al interés de los grupos lésbico-gay que buscan su reconocimiento legal, todo deberá darse de la misma manera pero al revés. ¿Me entendió?
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